APP GRATIS

El gobierno de Cuba busca experiencias fuera de la Isla para mejorar la producción de frutas

Cuba ha realizado intercambios con países que trabajan con encadenamientos productivos para saber qué están haciendo y cómo se puede adaptar el sector público con el privado.

Frutas en venta en un puesto del Estado © CiberCuba
Frutas en venta en un puesto del Estado Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 5 años

Una delegación cubana del Ministerio de la Agricultura ha visitado Colombia para conocer “las experiencias” de ese país sudamericano en la producción y comercialización de frutas.

La visita forma parte de una serie intercambios realizados entre Cuba y varios países en materia agrícola, gracias a un proyecto de colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que destinó un fondo de 4.6 millones de dólares para disminuir la importación de alimentos en la Isla.

“No es un plan solo de inversión para comprar recursos a los productores y que mejoren su desempeño, sino que incluye el fortalecimiento de las capacidades de los beneficiarios, tanto gerenciales como estéticas", ha indicado Maruchi Alonso Esquivel, directora de la Oficina de Coordinación Nacional de Cadenas Agroalimentarias a un medio de prensa de la Isla.

El financiamiento ya se ejecuta y tiene entre sus propósitos aumentar las conexiones de las cadenas productivas para mejorar el desempeño general en materia alimentaria.

Además de Colombia, han realizado intercambios de experiencia con otros países que trabajan los "encadenamientos productivos" en la agricultura como España, República Dominicana y Costa Rica, para saber qué están haciendo y “cómo se puede adaptar el sector público con el privado; la asociación entre los mismos productores, las transformaciones a pequeña y gran escala activa y cómo se hace la comercialización”, ha dicho la funcionaria.

“El objetivo primordial de esta visita a Colombia es explorar los nichos de mercados, ver los encadenamientos, las relaciones entre el sector público y privado y cómo se establecen los gremios, la organización de la producción, muy distinta y que quizá en el futuro se pueda ordenar en Cuba por asociaciones de productores de frutales, de ganaderos, entre otras, y no de la manera en que ahora están constituidas”, ha señalado la directiva cubana sobre la más reciente experiencia de intercambio.

“Nos llama la atención cómo la Cámara de Comercio de este país (Colombia) abre todo un portafolio de servicios integrales a los empresarios, con lo cual fortalece la gestión corporativa del sector productivo, en función de la eficiencia y de que accedan a un paquete de servicios que le permite asesoramiento y acompañamiento a las pequeñas empresas o a productores privados”, añadió.

La funcionaria subrayó que durante todo 2018 se trabajó en Cuba en el diagnóstico de “los problemas en las cadenas del mango, la guayaba y la frutabomba”, que son de las cinco frutas más importantes del país.

Tras la definición de las “brechas a nivel territorial”, se procedió entonces a “una planificación estratégica para el 2030”, con las posibles soluciones que conduzcan a mejorar la eficiencia.

La delegación cubana a Colombia fue integrada por representantes de las cadenas productivas a nivel local de Artemisa, del Ministerio de la Agricultura en Santiago de Cuba, especialistas de centros de investigación en temas de industria, así como "servicios técnicos, cultivos, beneficios y transformación de las cadenas productivas".

También viajaron a la nación sudamericana Arsenio González, director de la División Tecnológica de frutales del Grupo Empresarial Agrícola del Ministerio de la Agricultura; y Aymara Hernández, oficial de Proyecto del PNUD.

González ha calificado de “positivas” las prácticas observadas en Colombia, especialmente en lo relativo a “la especialización que realizan de los productores”, que considera que pudiera ponerse en práctica en la Isla.

Entre las experiencias positivas también cuenta la de una empresa agroindustrial “asociada con los productores en dependencia de los mercados a los que destina sus mercancías para la exportación. Ese es un modelo de implementación en otras entidades del país para que los cooperativistas y campesinos reciban asesoramiento tecnológico y capacitación acerca de la calidad de los productos y su comercialización de forma segura".

Según lo indicado por el directivo de la agricultura, ello garantiza que, "cuando no esté en producción, la gran industria suministre materia prima a las mini industrias para que sigan su proceso y beneficien a la población".

Está previsto que ese modelo se implante en la empresa cubana Victoria de Girón, que gracias sus “grandes producciones”, podrá asociarse a las cooperativas que tiene a su alrededor.

Entre los proyectos, figura la puesta en marcha de varios “polos productivos: uno en Pinar del Río, en la empresa Trincozo, otro en Victoria de Girón, en Contramaestre, en este último se prepara una asociación con una empresa italiana que producirá jugos para la exportación y el consumo interno de las provincias orientales”.

Hace poco más de cuatro meses, datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) en Cuba dieron a conocer que la producción de alimentos en la Isla bajó “levemente” en 2017.

El dato fue contrario a una valoración previa de autoridades del Gobierno cubano, que había cifrado el aumento en la producción de alimentos en un 3 %.

Según el informe, la producción de raíces, verduras, cereales y frutas cayó a 7.1 millones de toneladas en 2017, desde 7.2 millones de toneladas en 2016. La producción de ganado y leche también disminuyó, mientras que la de huevos aumentó ligeramente.

Cuba importa entre un 60 y un 70 % de los alimentos que consume a un costo aproximado de 2 mil millones de dólares. Principalmente compra cereales a granel y granos como arroz, maíz, soja y frijoles, así como leche en polvo y pollo.

En ese sentido, Díaz-Canel ha subrayado la necesidad de apoyar la producción de cultivos en organopónicos, patios y parcelas familiares, con el fin de aumentar la producción de hortalizas, frutas y la cría de animales.

Los últimos meses de 2018 fueron especialmente dramáticos en la Isla en materia alimentaria por la creciente escasez de harina, lo que ha sumido a Cuba en una gran crisis en la producción de pan. A ello se suma un mal antiguo: el elevado precio que en general tienen los alimentos de origen agrícola.

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada