Hillel Neuer, director de la ONG UN Watch, dedicada a vigilar el respeto a la Carta de Naciones Unidas, se escandalizó este jueves al encontrarse un retrato gigante de Che Guevara en una exposición montada en uno de los pasillos de la sede del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
"Vergüenza: retrato gigante del asesino de masas Che Guevara exhibiéndose en Naciones Unidas, en Ginebra, irónicamente, en la casa de los Derechos Humanos", escribió Neuer en su cuenta de Twitter.
En opinión del activista por los derechos humanos, el fantasma de Che Guevara "acecha al Consejo de Derechos Humanos". "Hoy tuve que hacer uso de la palabra para desafiar a su experto en el derecho a la alimentación @HilalElver por ponerse del lado del régimen de Maduro y abandonar a la gente de #Venezuela", añadió.
Neuer recordó además que en 2013 la Unesco homenajeó a Che Guevara, olvidando aquella histórica intervención en la ONU, en la que el guerrillero, en representación de Cuba, reconoció que estaban fusilando prisioneros de guerra en la Cabaña.
"Nosotros tenemos que decir aquí lo que es una verdad conocida, que hemos expresado siempre ante el mundo: fusilamientos; sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario", dijo el Che.
El director de UN Watch afeó que incluso hoy la Unesco rinda homenaje a un asesino de masas en su página web, pese a la protesta de Estados Unidos.
"Los Estados Unidos se opusieron enérgicamente a honrar al Che Guevara y exigieron que el programa @ UNESCO no se "use como una herramienta para glorificar o legitimar la violencia". Pero este motivo fue ignorado", recalcó Neuer.
En su libro Evocación, del que Cubadebate ha publicado fragmentos, la madre de cuatro de los hijos de Ernesto Guevara, comparte una visión idílica de los primeros años de la Revolución en la fortaleza de La Cabaña que, en su opinión, lejos de ser un paredón de fusilamientos con juicios sin garantías legales, se convirtió en "una gran escuela formadora (de cuadros), donde se crearon pequeñas fábricas".
Aleida March reconoce que el tema de los fusilamientos en La Cabaña siempre ha sido "controversial", pero en su opinión, se ha tergiversado todo porque el Che "no asistió a ninguno de los juicios ni tampoco presenció los fusilamientos" aunque admite que "sí participó en algunas apelaciones y se entrevistó con algunos familiares que iban a pedir clemencia".
No se conoce ni un solo caso en el que el Che hubiera anulado una sentencia de muerte.
Él escuchaba a las familias, según Aleida March, "en correspondencia con nuestro actuar humanista y de respeto para con el enemigo, ante una decisión que, aunque justa, no dejaba de ser desagradable".
La exesposa del Che defiende además que los fusilamientos de La Cabaña fueron "un legítimo acto de justicia revolucionaria".
El historiador y biógrafo del Che Jon Lee Anderson afirma que Ernesto Guevara ordenó la ejecución sumaria de al menos 21 personas en la Sierra Maestra. De esos a una la habría ejecutado él mismo. Sus víctimas fueron campesinos acusados de colaborar con el Ejército de Fulgencio Batista como informantes, robar comida en los campamentos de los alzados o desertar del Ejército Rebelde.
El 3 de enero de 1959, Fidel Castro nombró a Che Guevara comandante de la fortaleza de La Cabaña, que entonces servía como prisión. Tenía capacidad para 300 internos, pero llegó a acoger a entre 800 y 1.000 reclusos.
No hay datos exactos de cuántos fusilamientos se llevaron a cabo en La Cabaña. El proyecto Archivo Cuba le adjudica 79 muertes ejecutadas por órdenes directas del Che. Estimaciones de la embajada de Estados Unidos en Cuba cifran el número de fusilamientos entre 200 y 700.
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