El preso político Armando Sosa Fortuny fue ingresado de urgencia en el hospital provincial Amalia Simoni en la ciudad de Camagüey, a causa de una desestabilización de los niveles de azúcar en sangre, y ha sido diagnosticado con bronconeumonía.
El recluso, de 76 años, considerado uno de los presos políticos más antiguos en Cuba, se estaba “negando a comer” por temor a que los alimentos de la cárcel le estuvieran afectando su salud, indicó el opositor Jiordan Marrero Huerta, miembro del Partido Demócrata Cristiano en Camagüey, según un reporte de Radio Martí.
Un reporte posterior enviado a CiberCuba por la agrupación Presidio Político Histórico de Cuba (PPHC), con sede en Miami, indicó que Sosa Fortuny continuaba ingresado la tarde del lunes con broconeumonía y en estado muy delicado.
"Le han diagnosticado bronconeumonía, le están aplicando medicamentos y aunque está estable, continúa en malas condiciones", indicó Felipe Alonso, de la Comisión de Asistencia Social del PPHC
Fortuny padece diabetes y ya la semana pasada había presentado vómitos y mareos.
Sosa Fortuny, quien lleva 26 años cumplidos en prisión de una condena de 30, es reo de la cárcel La Empresita, de Camagüey. Fue acusado en la década del 90 por integrar una expedición armada en Cuba, la cual buscaba una insurrección contra el régimen de Fidel Castro.
El centro de trabajo penitenciario La Empresita se ubica en los márgenes de la ciudad cabecera de la provincia. El lugar ha sido denunciado por su pésima alimentación, la escasez de agua y por las colchonetas infestadas de chinches.
La libertad de Sosa Fortuny ha sido solicitada por varias instancias no gubernamentales dentro y fuera de Cuba, teniendo en cuenta la precaria salud del anciano y sus largos años de penitencia.
Sin embargo, su liberación no fue considerada por el Estado cubano, que concedió el indulto a 2, 604 presos "sancionados con penas efectivas de privación de libertad" el pasado julio.
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