La familia de Osmani Baldemira Pavón, el migrante cubano asesinado en Juárez en julio, pudo finalmente darle sepultura en su natal Holguín este miércoles.
Tras cubrir un trayecto de 12 horas en carretera desde La Habana, los restos mortales de Baldemira Pavón fueron recibidos por sus padres, por su esposa y por sus hijos, que le dieron el último adiós junto a un buen número de vecinos del pueblo holguinero de Velasco.
Según indica Telemundo51, el cuerpo tuvo que ser transportado por carretera porque el aeropuerto de Holguín no admite la entrada de cadáveres.
El cadáver de Osmani Baldemira estuvo varado en México durante varias semanas por falta de dinero y trabas burocráticas. La esposa del fallecido, Kenia Beatriz Trujillo Leyva, y sus hijos, pidieron ayuda para la repatriación del difunto la Isla a las autoridades cubanas, que negaron su colaboración.
Finalmente, fue la Fiscalía General de Justicia del Estado, en Ciudad Juárez, la que asumió todos los gastos del retorno del migrante.
El presunto asesino de Baldemira Pavón fue otro migrante cubano, Osbel Nápoles Robaina, un camagüeyano al que Osmani conoció en Costa Rica, cuando ambos seguían su travesía hacia la frontera de México con Estados Unidos.
Baldemira Pavón, que tenía el número 15.178 para cruzar la frontera, trabajaba como albañil y había arribado a Ciudad Juárez dos meses y medio antes de su muerte.
Su fin, como el de tantos migrantes cubanos que se encuentran actualmente en México, era pedir asilo político y establecerse en Estados Unidos en caso de serle concedido.
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