El gobierno cubano prevé entregar a fines de año pollos de ceba a los criadores privados que cuenten con los requisitos para su crianza, en un intento por levantar la pobre industria avícola nacional.
Las autoridades del sector planean dar medio millón de reproductores de líneas puras de aves, como parte de un programa que comenzó por Ciego de Ávila y se extendió ya a Granma y Vila Clara, con miras a alcanzar al resto del país.
“Estos primeros pollitos fueron incubados y traídos de Matanzas, y son de una línea genéticamente fortalecida, que crece y engorda muy rápido”, explicó al diario Granma.
“En el mes de octubre, que es cuando debe terminar el primer ciclo de ceba, estaremos en condiciones de generar nuestros primeros pollitos, a partir del incremento del número de reproductoras, que llevaremos de 222 que tenemos en la actualidad, a 526, además de fomentar los gallos a utilizar para inseminar a las gallinas dos veces a la semana”, añadió.
Según el especialista, se están empleando pollos de un alto potencial genético, que en 45 días alcanzan un peso aproximado superior a los dos kilogramos.
De acuerdo al programa, las empresas avícolas suministran el 80% del pienso, mientras el productor debe gestionar el resto, fundamentalmente maíz.
Cuba no produce carne de ave. En 2018 obtuvo unas 8.200 toneladas, un valor ínfimo si se compara con las importaciones que tiene realizar cada año desde diferentes países, como Estados Unidos. Pese a esta situación, en mayo el Grupo Empresarial Ganadero anunció que tiene como objetivo entregar mensualmente cinco kilogramos de carne percápita: dos de porcino, dos de ganado menor y uno de ave.
En junio, se anunció que la Isla compraría a Bolivia productos como carne de res, pollo y leche en polvo, con lo que se trataría de aliviar los problemas de desabastecimiento.
El pollo es de los alimentos más demandados por la población debido a que su precio es más asequible que el de la carne de cerdo. La crisis alimenticia en el país provoca largas colas en las tiendas en divisas, y tristes escenas de gritos y empujones hasta peleas violentas para poder adquirir los alimentos.
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