El futuro de muchas construcciones de La Habana ya está escrito: en algún punto se derrumban y los espacios que dejan los convierten en lujosos hoteles destinados al turismo.
Así alertó en la red social Twitter un cubano, quien posteó fotos de un edificio en deplorables condiciones, ubicado entre las calles Agramonte y Gloria, en La Habana.
"Aquí les presento un futuro derrumbe, un desalojo, gente en albergues, luego un hotel", sentenció el cubano.
Según dice, una vez derrumbado el edificio, sus moradores esperarán unos 10 años para que con suerte les otorguen un edificio de microbrigada en algún reparto a las afuera de la ciudad.
Esta es la historia que se repite en muchos edificios de la capital cubana y la cual padecen sus residentes.
El pasado año, el joven Deyvi Brayam Jiménez denunció que vive en un albergue de El Cerro hace más de 15 años en "condiciones pésimas".
Cuando apenas cursaba el séptimo grado, su casa se derrumbó y las autoridades cubanas lo enviaron a él, a su madre soltera y a su hermano menor a una casa de tránsito.
En ocasiones a estas familias les entregan casas, pero que no recompensan todo lo perdido. Tal es el caso del grupo de viviendas construidas en Guanabacoa, en la comunidad conocida como “La Jata”.
Allí, desde hace dos años, se comenzaron a construir edificios por brigadas provenientes de otras provincias. No obstante, muchas de estas viviendas luego tienen grandes problemas de construcción y son entregados muchas veces a sus dueños sin las condiciones adecuadas: problemas de plomería, filtraciones, se revientan los bombillos, los suelos no son los adecuados, las cocinas no está azulejeadas, paredes rajadas, los closets sin puertas, y así, hasta completar una larga lista.
Las decenas de edificios que se derrumban en La Habana no son reparados para entregarlos a sus propios dueños, sino que muchas veces se convierten en hoteles de lujo.
Hace unos días, el ministro cubano de Turismo, Juan Carlos García Granda, aclaró en el programa Mesa Redonda por qué era importante la construcción de hoteles en La Habana, mientras muchos de sus habitantes viven entre escombros ruinas, y derrumbes.
“A partir del crecimiento del turismo en la capital, se requería de una planta hotelera más actualizada. Los hoteles que hoy construimos son de alta tecnología, en coincidencia con lo que necesita el país. Trabajamos con paneles solares, iluminación ahorradora, incluso, estamos en un proceso de automatización elevado”, apuntó.
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