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¿Discriminación a la mujer cubana en el boxeo?... ¡Claro que sí!

¿Hasta cuándo vamos a seguir nadando contra la corriente?

Boxeadoras © Dr. Misael González
Boxeadoras Foto © Dr. Misael González

Este artículo es de hace 4 años

Quienes me conocen saben que el boxeo femenino y yo no tenemos nada que ver. No lo concibo pero…¡tampoco entendía la halterofilia en las mujeres y ahora veo competencias enteras sin dudarlo!

O sea, un ser pensante normal puede cambiar de opinión, puede evolucionar. Y si una persona normal lo puede hacer ¿por qué no un organismo entero como es en este caso el Instituto Nacional de Deportes y Recreación, INDER, y una de sus federaciones, en este caso la del deporte de los puños?

Voy a escribir una frase que utilizo mucho: ¿Hasta cuándo vamos a seguir nadando contra la corriente?

Llevo algún tiempo queriendo hacer un comentario sobre tan peliagudo tema. Para ello conversé con colegas, especialistas y fue el doctor Misael González, un verdadero erudito en la Escuela Cubana de Boxeo, entrenador, académico e investigador, quien resultó convincente y categórico, por lo que comparto con ustedes sus opiniones y las mías.

Voy a empezar afirmando que son, en su mayoría por no decir en su totalidad, los propios entrenadores cubanos, encabezados por el DT Rolando Acebal, quienes piden a gritos la entrada de las féminas al panorama pugilístico nacional.

En una entrevista realizada por mí en el 2015, referida a la Escuela Cubana de Boxeo, Acebal tocó el tema preocupado y yo, en aquel momento, lo esquivé, algo que ahora lamento profundamente.

Pero voy más allá; he sido impuesta de las gestiones realizadas por el mejor entrenador de todos los tiempos y padre de la escuela cubana de boxeo, Alcides Sagarra, después de Beijing 2008 en relación con la inclusión de las mujeres en el programa competitivo del deporte de los puños en Cuba.

Según el profesor Misael González, Sagarra contactó con la FMC, la CTC, la UJC, entre otras organizaciones de masas y políticas, tratando de inyectar vigor a la idea. Lamentablemente, su estado de salud no le permitió seguir insistiendo y el machismo imperó en una posible solución.

Cuba es el único país de América que no autoriza la práctica del boxeo entre féminas, lo que no tiene otro nombre: ¡discriminación de sexo! Nosotros que luchamos tanto por la igualdad de derecho entre hombres y mujeres, caemos en el bache del machismo más absurdo y letal.

Sí ¡letal! porque amén de lo discriminatorio del hecho está la cantidad de medallas que ya hemos perdido y vamos a perder en juegos múltiples, incluyendo los Olímpicos así como en Campeonatos Mundiales y otros eventos calendariados del deporte de los puños.

Precisamente en los ya cercanos Juegos Estivales de Tokio, sólo se competirá en ocho divisiones varoniles mientras las muchachas lo harán en cinco: mosca, pluma, liviano, welter y mediano.

O sea, los hombres cubanos dejarán de optar por tres preseas (antiguamente había once y hasta doce divisiones) y Cuba no podrá aspirar a otras cinco por la negativa de las autoridades deportivas a aceptar a que las cubanas nos subamos a un ring.

¿Ustedes se imaginan con el “caractico” que nos gastamos nosotras, cuántos títulos tendríamos ya en nuestras vitrinas?

En estos momentos, Rusia, Turquía y China se constituyen en verdaderas potencias en el planeta aunque en sentido general varias son las naciones con medallistas al máximo nivel, como por ejemplo Italia, Noruega, Canadá, República Checa, Estados Unidos y Rumanía.

El boxeo, en sus orígenes pugilato, como deporte de combate es incluido en los Juegos Olímpicos de la antigüedad, en el 688 a. C.

Específicamente en 1867, con la formulación de John Solton Douglas y el Marqués de Queensberry, se introduce un nuevo código de doce reglas; entre ellas, el uso de guantes acolchados, una lona en el suelo y los asaltos de tres minutos de combate, por uno de descanso, entre otras.

Precisamente, con estas reglamentaciones, en 1904 se efectuaron en San Luis, EEUU, los III Juegos Olímpicos de la Era Moderna, en cuya programación deportiva aparece el boxeo después de dos ediciones desiertas y aquí el boxeo femenino debutó con carácter de exhibición, en lo que sería debut y despedida hasta el 2012.

Nada gustó al fundador de los Juegos, el barón Pierre de Coubertin este desempeño, pues él era un connotado enemigo de la práctica femenina en cualquier deporte ¡imaginen el boxeo!

Menos mal que a más de un siglo, el actual titular del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, actúa bajo cánones diametralmente opuestos y cito:

Cuando comiencen los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 también habremos logrado un equilibrio de género en los Juegos con la representación más alta de atletas femeninas en la historia olímpica, cerca de un 49 por ciento.

Además el presidente del COI resaltó que en los Juegos Olímpicos de la Juventud realizados en Buenos Aires 2018, hubo una igualdad de género importante, con exactamente el mismo número de deportistas masculinos que femeninos.

Queda demostrado así un aumento de la participación de las mujeres en las prácticas deportivas, no sólo a nivel de Juegos Olímpicos, sino también bajo otros escenarios, lo que se traduce en su empoderamiento en ámbitos donde estaba desequilibrada su participación.

Pero en sí, el boxeo femenino comienza a tomar fuerza durante la primera mitad del siglo XX, tras ser apoyado por importantes organizaciones deportivas internacionales como la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la Organización Mundial de Boxeo (OMB), la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y la Asociación Internacional de Boxeo de Mujeres (WIBA). Estas cinco organizaciones fueron las principales en regir y organizar el boxeo femenino por títulos mundiales.

En cuanto a la entrada de las boxeadoras a los Juegos Olímpicos Modernos, ésta ve su materialización en Londres 2012 mientras un año antes lo había hecho en los Panamericanos de Guadalajara.

Muchas personas temen que el deporte de los puños sea peligroso para la fisonomía femenina, golpes al pecho por ejemplo. Me permito trasmitir en este comentario una opinión del profesor Misael González, quien lleva más de un lustro con pugilistas chilenas.

En ese lapsus no hemos visto ninguna lesión en los senos por golpes; utilizan un protector . Son atendidas por profesionales de la salud y reciben un chequeo médico antes y después del combate.

¿Cómo valora la situación actual del boxeo femenino en Cuba?

Mira, la equidad de género en la actualidad implica que las necesidades, preferencias e intereses de las mujeres y hombres en Cuba, sean tomados en cuenta por igual en todos los sectores de la sociedad.

La equidad de género es un concepto multifacético, por lo que a través de la práctica del boxeo femenino podemos generar una herramienta sociocultural para combatir los rezagos y las dificultades que existen en relación con la desigualdad actual en el boxeo.

La exclusión de las mujeres cubanas de participar y competir por la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA) es un contrasentido. No tiene otro nombre.

Y claro que no tiene otro nombre ni otro futuro. Por eso, al igual que ocurrió con el judo, la lucha y el levantamiento de pesas, las boxeadoras cubanas pronto encontrarán su sendero hacia podios olímpicos y mundiales y es que, sencillamente… ¡no hay de otra! Y más allá de las medallas y lauros para el deporte, se obtendrá el reconocimiento a una igualdad plena en el deporte para la mujer cubana.

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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