Un grupo de trabajadores cubanos de crematorios teme infectarse con coronavirus debido a la carencia de medios de protección adecuados, roturas de bolsas para transportar cadáveres y un descuido de un hospital que no alertó al personal de una ambulancia necrológica de la infestación de un fallecido por COVID-19, contó a CiberCuba una dirigente sindical del sector, que exigió no ser identificada.
"Algunas de las bolsas que contienen los cadáveres se rajan al ser manipuladas por los trabajadores, produciéndose el derrame de líquidos de los cuerpos, con el consecuente peligro para la salud de los trabajadores, que tampoco contamos con todos los medios de protección adecuados para esta situación", indicó la fuente.
Tenemos unidades donde no se han entregado medios para el aseo desde el mes de diciembre, incluido el hipoclorito de sodio al dos por ciento; y los uniformes, cuando son renovados, algunos están podridos y se rompen con facilidad, incrementando las posibilidades de contraer el coronavirus, al estar en contacto con cadáveres de personas infectadas, describió la dirigente sindical.
La semana pasada, durante la recogida de un fallecido, los compañeros de una ambulancia necrológica se pusieron muy nerviosos porque no fueron avisados previamente de que se trataba de un enfermo de coronavirus, y ellos lo manipularon con el protocolo establecido para no contagiados; hasta que otro médico se percató y avisó, teniendo que suspenderse el transporte, hasta desinfectarse y meter el cadáver en la bolsa indicada por los protocolos, añadió.
Una fuente del MINSAP dudó del "incidente" con el cadáver, sin embargo, reconoció que "no siempre los trabajadores de necrología cuentan con los medios y uniformes adecuados", al tiempo que desmintió que pudieran faltar productos de aseo en "algunas unidades".
Esta misma fuente facilitó a CiberCuba una copia del protocolo para el manejo de fallecidos por coronavirus.
El documento está basado en el “Reglamento General sobre la manipulación de cadáveres y restos humanos” (Resolución 9/1992) y las “Actuaciones con fallecidos extranjeros en nuestro país” (Resolución 59/1990), ambos del Ministro de Salud Pública, de los cuales hemos extraído algunas instrucciones que deben tener en cuenta medidas de Bioseguridad establecidas para un nivel II, según la clasificación ministerial.
Una vez que los cuerpos de los fallecidos por coronavirus son cremados, las cenizas son entregadas a dos familiares, que deben acudir a recogerlas porque no hay combustible para hacer un reparto de cenizas, siempre según la versión del grupo de trabajadores que informó a CiberCuba de las dificultades y riesgos que afrontan en su trabajo en los crematorios cubanos.
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