Varios vecinos de Gibara, en la provincia oriental de Holguín, protestaron frente a una de las tiendas que vende aceite porque supuestamente los administrativos del local de comercio decidieron no vender el producto altamente demandado, informó a CiberCuba un residente del lugar que prefirió no revelar su identidad por temor a represalias del gobierno.
Un solo policía intentó controlar a la población, que se resistía a retirarse del lugar y gritaba en coro "que vendan el aceite", dijo la fuente a este medio.
Las exigencias de la población de Gibara ocurren en medio de una crisis económica generalizada que se expande por todo el país y se refleja en la escasez de alimentos, productos de aseo y que se suma a la larga lista de carencias que vive la población de la isla y se repiten de manera cíclica sin que se vislumbre una solución efectiva por parte de las autoridades.
Tras la aparición del coronavirus en Cuba y la expansión de la enfermedad por todo el archipiélago cubano, el gobierno tomó un grupo de medidas encaminadas a evitar la propagación de la enfermad respiratoria, pero que conllevó a la agudización de las tensiones económicas.
Aunque el gobierno intentó silenciar a los opositores y activistas que publicaban las carencias de la isla con la polémica Resolución 370, durante los meses que ha durado la crisis sanitaria varias ejemplos de colas kilométricas para comprar productos de primera necesidad, que fueron racionados por las autoridades locales ante la imposibilidad de garantizar un libre acceso a toda la población.
En Gibara se reportó a mediados de junio que los pobladores se vieron obligados a estar durante horas en una cola para comprar aceite. Desde antes de que llegara el producto al local ya los vecinos de esa ciudad oriental se agrupaban con la esperanza de ser de los primeros en comprar.
Con el fin de intentar solucionar el problema económico de la isla el gobierno de La Habana anunció un paquete de medidas que permitirá acaparar todas las divisas extranjeras posibles y reafirmar su dependencia e incapacidad de producción. Varios cubanos se han mostrado en contra de estas medidas y acusan al Estado de dividir a la población entre los que tienen dólares y no, algo que incrementará las brechas entre la sociedad.
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