La profesora cubana Omara Ruiz Urquiola reclamó la atención de Naciones Unidas y de su Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ante la ola represiva de la dictadura castrista, que la mantiene incomunicada telefónicamente hasta de su propia madre.
Ruiz Urquiola, quien permaneció acuartelada junto a huelguistas en la sede del Movimiento San Isidro, recibió el apoyo de amigos y simpatizantes en su muro de Facebook, donde denunció el corte de su línea de telefonía móvil, pese a que está al corriente de pagos
Carlos Díaz comentó que había enviado una carta a la expresidenta chilena pidiéndole se interese por el cerco represivo de las autoridades cubanas contra Ruiz Urquiola y demás miembros del Movimiento San Isidro.
Joel Ferrer transmitió ánimos a la profesora incomunicada y Didier Cruz calificó de cobardes a los represores cubanos que -en los últimos días- han intensificado el cerco contra opositores, activistas y periodistas independientes, tras el desalojo violento de los huelguistas de hambre encabezados por el artista Luis Manuel Otero Alcántara, exigiendo la libertad del rapero Denis Solís y el grupo de intelectuales y creadores cubanos que se plantó el 27 de noviembre frente al Ministerio de Cultura, exigiendo diálogo.
Omara Ruiz Urquiola, expulsada en 2019 del Instituto Superior de Diseño (ISDI), tras trabajar como profesora e investigadora durante más de 20 años, denunció recientemente el estado de terror al que está sometida, junto al resto de miembros del Movimiento San Isidro, por parte de las fuerzas represivas del castrismo, que los mantiene confinados en sus casas, vigilados y, en el caso de la profesora, incomunicados.
El llamado de atención de Ruiz Urquiola a Naciones Unidas y a su Alta Comisionada para los Derechos Humanos ocurre a solo unas horas que el portal Cubadebate azuzara el terror contra opositores, usando una frase que atribuye al Lugarteniente General Antonio Maceo Grajales: "Machete, machete, que son poquitos".
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