Este 31 de diciembre casi una docena de familias cubanas que llevaban más de dos décadas esperando poder tener una vivienda digna, vieron finalmente cumplido su sueño.
El último día del año, para hacerlo coincidir con el aniversario del triunfo de la revolución, dirigentes del Partido y el Gobierno en la capital les entregaron las llaves de sus nuevos apartamentos a 11 núcleos familiares, cuyas anteriores casas habían sufrido derrumbes o se encontraban en estado crítico.
“Me siento satisfecho, hace 23 años que esperaba un momento como este”, dijo al semanario Tribuna de La Habana Geolbis Denis Martínez, uno de los beneficiados.
El inmueble se encuentra en el municipio Centro Habana, donde antes radicaban unos almacenes de la Empresa de Suministros de Medicamentos de La Habana (ENSUMA).
El acto de entrega de llaves fue presidido por Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en la provincia, quien admitió que el programa de la vivienda es el más complejo de todos y en el que menos se ha podido avanzar.
Como si no importaran los años que estas personas tuvieron que esperar para poder dormir bajo un techo propio y buen estado, el dirigente les pidió que no desmayaran nunca la confianza en la revolución y el socialismo.
“Podrán ser muy duros los momentos, pero pensemos en la revolución, en Fidel, para que nos demos cuenta que nuestra obra imperfecta, es quizás la obra más hermosa, más bella que podemos construir, a lo que hemos llamado la construcción del socialismo próspero y sostenible”, afirmó.
Son muchas las familias en Cuba que pasan décadas albergadas o residiendo en sitios sin las mínimas condiciones, con el riesgo que ocurra un desplome de un momento a otro, y sin la posibilidad de reparar sus casas o adquirir legalmente otra.
Datos oficiales reportaron en la primera mitad del año 2019 más de 750 derrumbes en el país.
Esta semana varias personas en Manzanillo, Granma, estuvieron a punto de morir bajo los escombros de su casa, que se desplomó solo unos segundos después de que ellos huyeran.
“Empezó a traquear y salimos corriendo todos, ahora es cuando es”, relató una de las supervivientes, mirando con pesar la montaña de restos y sus pertenencias en la calle.
En noviembre, cuatro familias de La Habana Vieja quedaron en completo desamparo luego de que se derrumbara parcialmente el edificio donde residían.
Según explicó una vecina, el inmueble estaba considerado inhabitable desde hacía décadas, pero ellos no contaban con presupuesto para repararlo en su totalidad.
“Nuestras casas tienen filtraciones y son pequeñas. Nos encontramos ahora en total desamparo, porque no hemos recibido ninguna atención”, detalló.
Un Informe sobre derechos sociales del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) dado a conocer recientemente denunció que en un 47 por ciento de las viviendas en Cuba necesita reparación y que un cinco por ciento se encuentra en peligro de derrumbe.
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