Florida detectó este viernes su primer caso de la nueva cepa brasileña de COVID-19, conocida como P1, que había llegado a Estados Unidos en enero pasado, dijeron las autoridades de Salud.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), solo se han identificado cinco casos de esa variante en el país, informó Local 10.
Dos casos están en Minnesota, donde se detectó por primera vez la enfermedad en un viajero; uno en Maryland, uno en Oklahoma y el último en Florida, pero no se especificó la ciudad donde este fue encontrado.
El pasado 13 de enero la Fundación Oswaldo Cruz, vinculada al Ministerio de Salud de Brasil, confirmó que una nueva variante del coronavirus que había sido detectada en el estado del Amazonas se estaba propagando por el gigante suramericano.
En principio se cree que se trata de la misma cepa encontrada en Japón, y que apareció en la región amazónica brasileña tras la visita de cuatro turistas del país asiático.
La nueva variante del Amazonas presenta una serie de mutaciones. "Los japoneses pusieron los datos de la secuencia en la base de datos internacional, y las muestras recogidas se agrupan con las nuestras aquí. Es el mismo virus, pero con muchas mutaciones", dijeron las autoridades.
Se cree que la nueva cepa se trasmite con más facilidad, pero se desconoce si es más mortal o provoca más complicaciones en los pacientes.
De inmediato llamó la atención de los investigadores porque contiene un conjunto de mutaciones que pueden afectar su capacidad para ser reconocido por anticuerpos.
Estados Unidos confirmó el primer caso esta peligrosa cepa en enero pasado en un residente de Minnesota que había viajado a fines de diciembre al país suramericano.
Un comunicado del Departamento de Salud de Minnesota (MDH) explicó que un laboratorio del estado había encontrado la cepa del virus SARS-CoV-2 conocida como "variante Brasil P.1" en una muestra recolectada el 9 de enero en un residente del área metropolitana de Twin Cities.
De acuerdo con el Departamento de Salud, la cepa fue encontrada gracias al programa de vigilancia de variantes, que cada semana recopila 50 muestras aleatorias de los laboratorios clínicos de la Universidad de Minnesota, y luego realiza pruebas especiales mediante un proceso llamado secuenciación del genoma completo.
Florida, por su parte, sigue teniendo una gran cantidad de casos de otra peligrosa cepa de coronavirus, la B.1.1.7, descubierta en Gran Bretaña.
El estado tiene 433 casos de la variante británica de los 1523 confirmados en todo el país por los CDC. La mayor concentración de esos casos están en el sur de Florida.
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