El tardocastrismo, viendo que Joe Biden sigue actuando como Raúl Castro Ruz -sin prisa, pero sin pausa-, ha vuelto a apostar por el aliviadero migratorio vía Nicaragua y haciendo vista gorda en salidas ilegales, cuyo último intento conocido acabó en tragedia con dos cubanos muertos y al menos cinco desaparecidos.
El gobierno castrista emitió un cínico comunicado en que vuelve a culpar a Estados Unidos de que muchos cubanos quieran huir de la pobreza y desigualdad; y revelando que Guardafronteras informó a la Guardia Costera norteamericana de la salida de una lancha rápida con 19 cubanos a bordo, incluidos niños y mujeres, desde la costa de Villa Clara.
¿Por qué no impidieron los guardafronteras la salida de la embarcación y se limitaron a informar a sus pares estadounidenses?
Otra vía migratoria que promueve el tardocastrismo es Nicaragua, cuya embajada en La Habana se vio recientemente colapsada por colas de cubanos que pretenden llegar a Managua y seguir por tierra hasta la frontera de México, que sigue cerrada a los emigrantes, aunque la desinformación oficial y el desconocimiento generalizado hagan creer a muchos que Biden ha reabierto la frontera.
Una parte de los cubanos que viajan a Nicaragua en Conviasa lo hacen para comprar pacotilla y revenderla en el mercado irregular de la isla; pero la avalancha de posibles emigrantes ante la sede diplomática obligó a las autoridades a disolver las colas y tomar policialmente los accesos.
¿No habría sido más sencillo y efectivo emitir una declaración oficial o de la propia embajada en evitación de la aglomeración que sorprendió a diplomáticos nicaragüenses y funcionarios cubanos? ¿Por qué el gobierno cubano no informa a la población que emigrar a través de terceros países a Estados Unidos es una opción fallida?
La emigración cubana, desde la estampida de Mariel, obedece al descontento con la ausencia de libertad y derechos humanos y a la crisis económica crónica que el castrismo instauró en la nación, y no a Estados Unidos que -durante muchos años- ha acogido a millones de cubanos, quienes -en su mayoría- han progresado trabajando honrada y esforzadamente sin dejar de socorrer a sus familiares y amigos, rehenes de la dictadura más antigua de Occidente.
Las muertes de al menos siete cubanos en aguas de Bahamas habrían podido evitarse si Guardafronteras hubiera cumplido con su obligación de impedir entradas y salidas ilegales de embarcaciones a y desde Cuba, cuyo gobierno anuncia que juzgará a un supuesto contrabandista de personas, devuelto -por error- desde Estados Unidos, donde las autoridades lo habrían confundido con un emigrante siendo residente. ¡Raro, raro, raro!
¿Han sido sancionados los guardafronteras que actuaron negligentemente ante la entrada y salida de una lancha rápida en la central provincia de Villa Clara?, ¿ha emitido el Ministerio del Interior una nota sobre la infiltración-exfiltración con resultado posterior trágico?, ¿algún fiscal ha actuado de oficio ante la muerte de, al menos, siete cubanos?
Ya podrá el tardocastrismo papagayear todo lo que desee contra la Casa Blanca, el problema real es que muchos cubanos quieren huir del paraíso dolarizado, empobrecido y desigual y ni siquiera uno de los millones de pobres que hay en Estados Unidos pretende vivir en Cuba.
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