El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel fue incluido en una lista de 15 dictadores a los que el Comité Olímpico Internacional (COI) "no debería invitar" a los juegos de Tokio 2020, según una petición de la Fundación de Derechos Humanos (HRF) y la Fundación Lantos para los Derechos Humanos y la Justicia.
Estas organizaciones lanzaron la Campaña "Palco vacío", para pedir al COI que niegue a los jefes de estado de regímenes autoritarios la oportunidad de participar en las Ceremonias de Apertura de los próximos Juegos Olímpicos, lo cual es usado por estos para "blanquear su imagen".
"Únase a nosotros para instar al Comité Olímpico Internacional a mantener a los dictadores en el @Tokyo2020 Juegos Olímpicos desde sentados en palcos en las Ceremonias de Apertura. Firma la petición para dar a los dictadores lo que se merecen", señalaron en la convocatoria a través de Twitter.
Explicaron que "tradicionalmente, los dictadores reciben palcos para las Ceremonias de Apertura de los Juegos Olímpicos, lo que les permite blanquear su imagen", mientras continúa la represión en sus países.
Además de la campaña en la plataforma change.org, HRF y la Fundación Lantos escribieron directamente a Thomas Bach, presidente del COI, para "solicitar que la organización adopte una posición de principios contra el autoritarismo".
La carta insta al COI a "dejar su palco de asientos designado o sala virtual vacía, una señal para el mundo de que los dictadores no pertenecen a las Ceremonias de Apertura del principal evento deportivo del mundo", señala la misiva.
En la lista de 15 países cuyos mandatarios no deberían estar en las ceremonias de apertura de los Juegos mencionaron a Azerbaiyán, Birmania, Camerún, China, Cuba, Egipto, Etiopía, Eritrea, Irán, Rusia, Ruanda, Arabia Saudita, Turquía, Venezuela y Vietnam, porque "estos gobernantes autoritarios no encarnan el espíritu de la Carta Olímpica, que incluye promover "la preservación de la dignidad humana", subrayaron.
Indican que a lo largo de la historia olímpica, "los gobernantes autoritarios han utilizado con frecuencia la fama y la habilidad de sus atletas para legitimar y promover sus regímenes brutales".
"Las fotos glamorosas de atletas victoriosos ahogarán el sufrimiento de millones de personas que viven bajo duras dictaduras. No es difícil ver las contradicciones entre los principios del Olimpismo y, por ejemplo, las acciones tomadas por el Partido Comunista Chino en su política de genocidio contra el pueblo uigur, o la brutalidad del trato de Arabia Saudita a disidentes como los asesinados. El periodista saudí Jamal Khashoggi, o la continua represión de Rusia contra las figuras de la oposición a través de arrestos y envenenamientos", explicaron las organizaciones defensoras de los derechos humanos.
"Los Juegos Olímpicos deberían ser una celebración de deportes, no de dictadores (...) No proporcione a los gobernantes autoritarios acceso al escenario global en las Ceremonias de Apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y deje que la Caja Vacía haga una declaración poderosa sobre el compromiso de los Juegos Olímpicos con los derechos humanos", expresaron.
Recientemente Díaz-Canel pidió al equipo de béisbol que participará en el Torneo Preolímpico de las Américas que luche por un buen resultado, para tratar de devolver a Cuba a los primeros lugares en esta disciplina a nivel internacional.
Según Díaz-Canel, un ascenso en la pelota es algo que "tanta falta nos hace, y que es un proceso en el cual vamos a seguir todos muy comprometidos y muy involucrados, para volver de nuevo a los planos estelares en este deporte".
Además de intentar evitar una deserción de sus atletas, el gobernante intenta alentar a los deportistas a obtener buenos resultados en los Juegos Olímpicos a fin de bajar las tensiones en la isla, en medio de una grave crisis política y económica.
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