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Democratización cubana con todos y para el bien de todos

La intención del CTDC es aunar las energías y los esfuerzos, para ser más efectivos, de quienes queremos una Cuba democrática y próspera. De la honesta e inteligente coordinación de los aportes de activistas de dentro y de la diáspora, de centro, centroderecha, centroizquierda, izquierda y derecha democráticas, y de los que solo aspiran a que se respeten sus derechos y su dignidad, y poder vivir con decoro de su trabajo honrado, depende la Patria que muchos deseamos y todos necesitamos.

Cartel del Consejo para la Transición © Cortesía C.T.
Cartel del Consejo para la Transición Foto © Cortesía C.T.

Este artículo es de hace 2 años

A raíz del anuncio de la creación del muy necesario e inclusivo Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC), se ha multiplicado entre algunos opositores al régimen castrocomunista, dentro y en el exilio, el debate sobre con quién están dispuestos a luchar para poner fin a la más larga y criminal tiranía que haya conocido el hemisferio Occidental.

Toda cuestión importante para Cuba, siempre genera polémica y cuando se inicia el debate, de inmediato se sabe quiénes tienen buenas y constructivas intenciones y quiénes no. Por ejemplo, una oración del texto fundacional del CTDC que, aunque no era la intención de los redactores, podía interpretarse como reconocimiento a la Constitución estalinista de 2019, fue eliminada luego de un fructífero debate democrático a raíz de que varios compatriotas explicaran su inconformidad con la misma. Otros prefieren la crítica vitriólica.

No es necesario tener un doctorado en Ciencias Políticas y Sociales de las universidades de Oxford o Harvard, para saber que un régimen totalitario como el de Cuba, pisotea los derechos, las libertades y la dignidad de la inmensa mayoría de la población y que para ponerle fin, es necesario despertar y atraer a la causa por la democratización a la mayor parte posible de las víctimas del sistema: trabajadores, campesinos, intelectuales, profesionales, estudiantes, amas de casa, fieles de todas las denominaciones religiosas, miembros de las Fuerzas Armadas, policías, funcionarios de menor rango, etcétera, etc.

Los tres principales factores que afectan la toma de conciencia de muchas de las víctimas del régimen sobre lo necesario que es para todos retirarle el apoyo a la tiranía, son: El terrorismo de estado y la propaganda del partido totalitario que paralizan y todavía confunden a muchos; la limitada capacidad y aún insuficientes esfuerzos de la oposición en las labores para informar a la población, educar sobre las ventajas de la democracia, neutralizar la propaganda y contrarrestar el miedo y; la intolerancia y posturas extremas, reales o fingidas, de quienes se autodenominan muy anticomunistas pero respetan muy poco o nada los principios democráticos.

Estos últimos no solo obstaculizan todo proyecto de unidad en la oposición, también asustan a muchos cubanos moderados que desean el cambio, aunque de una u otra manera, y por sus dudas, aun sirven a la dictadura.

La intención del CTDC es aunar las energías y los esfuerzos, para ser más efectivos, de los cubanos que queremos una Cuba democrática y próspera. De la honesta e inteligente coordinación de los aportes de activistas de dentro y de la Diáspora, de centro, centroderecha, centroizquierda, izquierda y derecha democráticas, y de los que solo aspiran a que se respeten sus derechos y su dignidad, y poder vivir con decoro de su trabajo honrado, depende la Patria que muchos deseamos y todos necesitamos.

El cambio en Cuba debe ocurrir, como expresara José Martí: ¨con todos y para el bien de todos¨, porque:¨Un pueblo está hecho de hombres que resisten, y hombres que empujan: del acomodo que acapara, y de la justicia, que se rebela: de la soberbia que sujeta y deprime, y del decoro, que no priva al soberbio de su puesto, ni cede el suyo: de los derechos y opiniones de todos sus hijos está hecho un pueblo y no de los derechos y opiniones de una clase sola de sus hijos: y el gobierno de un pueblo es el arte de ir encaminando sus realidades, bien sean rebeldías o preocupaciones, por la vía más breve posible, a la condición única de la paz, que es aquella en que no haya un solo derecho mermado.¨

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José Daniel Ferrer García

José Daniel Ferrer García (Palma Soriano, 1970). Presidente del Consejo para la Transición Democrática. Líder de UNPACU.


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