Siete meses después del inicio del ordenamiento económico en Cuba, los precios en La Habana están mucho más disparados que cualquier cálculo previsto para el peor de los escenarios.
Así lo muestra un fotorreportaje de este jueves del portal Cubanet en su cuenta de Twitter, cuyas imágenes exponen claramente los precios de distintas ofertas, tanto del sector estatal como del cuentapropista.
Una mirada al conjunto de fotos recuerda ese refrán que reza “el que quiera azul celeste, que le cueste”, aunque no son retratos de productos de lujos ni de antojos. Solo documentan algo tan básico como una pizza, un aguacate, una libra de calabaza, un paquete de pañales o una lata de puré de tomate.
Con el ordenamiento monetario, las autoridades cubanas le pudieron dar cristiana sepultura al peso convertible, pero también lograron un desbarajuste de precios que hasta ahora no ha tenido control ni freno.
A principios de este año, el economista cubano Pavel Vidal, quien trabajó en el Banco Central de Cuba, y ahora es profesor en la Universidad Javeriana en Cali, Colombia, pronosticó un alza en los precios con una inflación probable para este año de hasta un 900%.
Aunque no hay datos oficiales, ni estudios independientes sobre el impacto de la Tarea Ordenamiento en los bolsillos de los ciudadanos, lo cierto es que hoy en La Habana un aguacate vale 25 pesos cubanos, un mazo de habichuela 20, una lata de pasta de tomate 80 y un saco de carbón 250.
Esos son algunos de los precios que retrata el citado reportaje en algunos mercados de La Habana, pero si observamos los precios de las ofertas gastronómicas de establecimientos estatales o de cuentapropistas, se nos pueden quitar las ganas de comer y hasta de beber.
Un pan con bistec de pollo en un establecimiento privado de La Habana vale 70 pesos. Sin especificar gramaje, claro. Ese mismo pan, pero con cerdo, cuesta 80 pesos, aunque si quiere un sándwich especial de jamón y queso hay que desembolsar 135 pesos cubanos.
Los precios de las pizzas van desde los 30 pesos hasta más de 100, en dependencia de los ingredientes y del tamaño. Una pizza familiar de queso con chorizo, pimiento, cebolla o piña puede llegar hasta los 200 pesos o más, en dependencia de lo que le añada.
Las bebidas alcohólicas, aunque no son de primera necesidad, sus precios no se bajan de los 400 pesos. Un ron Santiago de Cuba cuesta 1438 pesos. Un tequila reposado 764 y un Habana Club 7 años 486 pesos cubanos.
También en otra foto del citado reportaje se muestra que el costo de una cerveza es de 90 pesos y el de un vaso de yogurt saborizado está a 30 pesos.
Todas las imágenes corresponden a establecimientos de mínima categoría o mercados agropecuarios. Imagine cómo está el resto. Ni con sacos de pesos se pagan esas cuentas.
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