El Consejo para la Transición a la Democracia en Cuba (CT), un arcoíris representativo de todas las sensibilidades, trae de cabeza al tardocastrismo que, en su miedo, ha respondido a la iniciativa política con la vuelta a la cárcel de su presidente, José Daniel Ferrer García, que deberá cumplir íntegramente su previa condenada de cárcel, en otro ejemplo de arbitrariedad totalitaria y sometimiento de la justicia al decadente partido comunista.
Oficiales de la Seguridad del Estado ya habían avisado a Ferrer y parte de su equipo que la dictadura más antigua de Occidente no iba a permitir que una agrupación, democrática y variopinta, progresara en Cuba, coincidiendo con los estertores del tardocastrismo; ahora arrinconado por su mal manejo de la rebelión del 11J y el hambre de alimentos, oxígeno y medicinas, que ya no distingue entre generales y doctores.
Cuando Marthadela ,Zuleydis, Iris, Sara, Elena, Kalule, Enix, Iván, Félix, Madrazo, Alejandro, Vento, Boris, Elías, Casares, Silva, Ernesto y el propio José Daniel -entre otros- lanzaron la iniciativa no faltaron críticas veladas, habitual en los exilios prolongados, pero el CT nació en momento oportuno porque coincidían tres factores: Ebullición popular en Cuba, desbordante el 11J, postura adecuada de Biden y Europa sacando a su embajador en La Habana, sin renunciar a su acostumbrado vivaqueo ante el régimen.
El tardocastrismo -pródigo en consolidar movimientos opositores- acaba de confirmar la importancia del gesto de este grupo de cubanos, reenviando a Ferrer a la cárcel, en otro intento baldío por apagar el fuego que los devora y que ellos mismos avivaron con sus miedos, torpezas y tardanzas, hasta el extremo de que Díaz-Canel está solo ante el peligro porque su vicepresidente es el Dorticós-Cucharita del siglo XXI, pues ni pincha ni corta; y el mentecato Marrero fue arrojado este lunes a los leones con sendos tuiteres de Aylín (Ujotacé), Inés (vicepremier que no se moja ni bajo el agua), el infructuoso Durán y el propio presidente.
El tuiter de la juvenil Aylín es importante porque es una subordinada directa del nuevo mandamás del aparato partidista, Roberto Morales Ojeda, ya liberado del perjudicial Machado Ventura y remando a favor del primer secretario.
Fidel Castro siempre dispuso de una reserva de presos para negociar con Estados Unidos y Europa, pero aquel mundo ya no existe, aunque sus continuistas no quieran percatarse, de ahí su ofuscamiento ante José Daniel Ferrer García, que ha protagonizado la mayor y mejor evolución personal en el panorama político cubano, pese a los intentos tardocastristas de desprestigiarlo, con la caduca técnica del asesinato de la reputación.
La torpeza represiva del tardocastrismo es tan desmesurada y paradójica, que la generación más violenta y machista de la historia de Cuba, con líderes, símbolos y militantes de extracción gatillo alegre y mantenedores de amantes y matrimonios consecutivos; pretenda descalificar a Ferrer, tildándolo de violento y misógino.
Raúl Castro, López-Calleja y Díaz-Canel involucionan de la ancianidad y madurez a la psicofancia, quedando presos de sus propias mentiras y recreando un absurdo solo concebible en sus mentes infantiloides porque el reencarcelamiento de José Daniel provocará más repulsa interna y externa.
Vivir creyéndose sus propias mentiras solo resulta eficaz para jugar a los soldaditos y el Monopoly, aunque sea a costa de la vida y felicidad de millones de cubanos y de humillar continuamente al ámbito judicial, que cada vez se parece más al totalitario Fidel Castro y menos a su defensor en el juicio del Moncada, Manuel Urrutia Lleó y al patriota Ignacio Agramonte.
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