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Gestos de Raúl Castro confirman gravedad de crisis en Cuba y debilitan a Díaz-Canel

El gobierno cubano sigue sin aclarar si el nuevo rol adjudicado a López-Calleja implica su cese al frente del complejo militar-empresarial GAESA, donde fue sancionado por Estados Unidos, o solo un cometido adicional, pero en cualquier caso evidencia un enroque del raulato en su estricto control sobre la hacienda Birán, S.A. y revela el temor de Raúl Castro a que Díaz-Canel no pueda afrontar los retos en ciernes, con un desprestigio internacional creciente, una sociedad civil y oposición cada vez más reivindicativas.


Este artículo es de hace 2 años

Los últimos gestos del jubilado Raúl Castro confirman gravedad de la crisis política de Cuba y debilitan al presidente Miguel Díaz-Canel, que no asistió al acto por el 40 aniversario de los Boinas Rojas, llevó a México al general de división Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, como asesor y, a su regreso, tuvo que soportar una entrevista, en sede oficial, de su mentor con el presidente de Viet Nam.

La ausencia de civiles en la celebración de los 40 años de los Boinas Rojas, presidido por Raúl Castro y los ministros de las FAR y el MININT, llamó la atención de diplomáticos y periodistas, sobre todo porque Díaz-Canel es el comandante en jefe de las fuerzas armadas, en su condición de presidente de la República.

Gente de la subguara del presidente lanzó la bola revolucionaria que Díaz-Canel no quería quemarse apareciendo junto a los represores directos de cubanos, pero si fuera cierto el enemigo rumor, poco iba a aliviar la indefensión de un mandatario que llamó a la guerra civil y alardeó de una orden de combate entre cubanos; el más grave error de su corto mandato.

El gobierno cubano sigue sin aclarar si el nuevo rol adjudicado a López-Calleja implica su cese al frente del complejo militar-empresarial GAESA, donde fue sancionado por Estados Unidos, o solo un cometido adicional, pero en cualquier caso evidencia un enroque del raulato en su estricto control sobre la hacienda Birán, S.A. y revela el temor de Raúl Castro a que Díaz-Canel no pueda afrontar los retos en ciernes, con un desprestigio internacional creciente, una sociedad civil y oposición cada vez más reivindicativas.

En el primer caso, los nombres que más suenan para sucederle al frente de GAESA son el contralmirante Raúl Finalé, hombre de la máxima confianza política y financiera de Raúl, como fue su padre Enrique "Quique" Finalé de los hermanos Castros Ruz, incluida su labor de patrón de pesca del fallecido comandante en jefe; y la coronel Ania G. Lastres Morera, vicepresidenta primera y miembro del Comité Central del gobernante partido comunista.

La entrevista con el presidente de Viet Nam, Nguyen Xuan Phuc, -en sede oficial- fue una descortesía de Castro como las que debió soportar de su hermano Fidel, que se entrometía en todo, con algunos encontronazos, como el que tuvieron por la Ley Migratoria, que llevó a Raúl a conminar a su hermano enfermo a volver al poder.

Fidel Castro incordiaba con Reflexiones que calentaron las visitas de Michelle Bachellet y Miguel Ángel Moratinos y el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos, pero siempre tuvo el cuidado de recibir en residencia privada a quienes se interesaban por saludarlo y acudió a la Nunciatura Apostólica en La Habana para entrevistarse con el Papa Benedicto XVI.

La aparición en uniforme reglamentario y en sede oficial para entrevistarse con el presidente vietnamita es un gesto de Raúl Castro que debilita aun más la desgastada figura del presidente Díaz-Canel que -desde su debut- ha tenido que lidiar con el avionazo, un tornado que arrasó parte de La Habana, varios ciclones, el desplome de Venezuela como proveedor de petróleo, del turismo y de las remesas familiares; las sanciones de Trump, la habilidad de Biden para situar el saque de los cambios en el Palacio de la Revolución y la pandemia de coronovirus que se llevó por delante hasta el eslogan propagandístico de Potencia médica.

Raúl Castro es mucho más cuidadoso en las formas que su antecesor, y su gesto sorprendió a extraños y, sobre todo, a propios, porque cuando presentó al actual presidente afirmó que era el único superviviente de la política de cuadros de su mano derecha partidista José Ramón Machado Ventura y que reunía los méritos y condiciones necesarios para el desafío.

En el pecado rauliano de asesinar políticamente a toda la cuadra fidelista, incluidos Carlos Lage, Felipe Pérez Roque y Roberto Robaina, estriba su actual penitencia de soportar las debilidades y fatiga de su preferido, que sigue sin conseguir legitimarse ante la mayoría de los cubanos y, muestras síntomas de tensión e ira contenida.

La crisis es muy grave, no solo por las evidencias del comportamiento de Raúl Castro en las últimas semanas, sino porque no tienen recambio eficaz; López-Calleja resulta más impopular que Díaz-Canel por su consuetudinaria avaricia e insensibilidad política y el Consejo de Ministros es una colección de cadáveres exquisitos como el mentecato premier Manuel Marrero, que agredió a médicos y sanitarios cuando más se necesitan y, subiendo el catao, achicharró en tiempo récord la envejecida y costosa termoeléctrica Guiteras.

Apagones, coronavirus, hambre de comida y medicinas son tres jinetes de la Apocalipsis tardocastrista, que también quemó al ministro de las FAR, con el terrible mérito de estrenar al "pueblo uniformado" en la represión del pueblo llano; en emulación socialista con su homólogo del Interior.

El titular de Economía no consigue remontar los estragos de empobrecimiento y desigualdad de la Tarea ordenamiento y se ha abandonado a la resistencia y las micro, pequeña y mediana empresas; Sobrino quedó mudo de tanta tripa ingerida, Arronte está achicharrado por tanta oscuridad, Portal Miranda sigue escondido tras Durán, portavoz del mal, y el manoteador Alpidio no gana ni para una Décima cantada.

La acobardada casta verde oliva y enguayaberada emula al capitán del Titanic, que desoyó los avisos de iceberg en ruta y, mientras aguarda por un milagro, ya comenzó el festín de la piñata sandinista -como antes hicieron los descendientes directos de Raúl Castro- adjudicándose mansiones en propiedad personal que -hasta fechas recientes- eran propiedad estatal, mediante la Inmobiliaria Palco.

La compañera Mariela Castro, en vísperas de alquilar su mansión de 7ma. avenida y 62 en moneda dura, y cuando debía extremar la prudencia ante la proximidad de la nueva ley de familia, tampoco ayuda porque se deslengua y simula ternura con los policías agresores e insulta a los cubanos agredidos; esta niña caprichosa no hay tarde que no me enoje... diría su madre Vilma, una mujer inteligente, sensata y risueña, que siempre evitó el estruendo de Fidel y las emocionalidades de Raúl.

Menos mal que Cuba cuenta con el antecedente revolucionario de un Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados y, teniendo en cuenta que los magros sueldos de la casta y su guara, no dan para pagar la libra de carne de puerco a 120 pesos cubanos; tarifa de La Habana, tendrán que aclarar como se hicieron con el botín inmobiliario y otros pecados de nuevos ricos que desprecian a los pobres de la tierra, aunque pretendan seguir usándolos como cortina de humo y propaganda comunista.

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Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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