El diario norteamericano The New York Times dedicó este viernes un artículo a uno de los "clásicos" de la comida cubana, el sandwich Elena Ruz, bautizado con el nombre de su inventora, la cubana Elena Ruz Valdés-Fauli.
La periodista Christina Morales hace la historia de este bocadillo y constata su pervivencia en varios establecimientos de Miami.
Se cuenta que Valdés-Fauli tenía poco más de 20 años cuando, tras salir del cine o el teatro, solía ir acomer algo en la noche con sus amigos en el restaurante El Carmelo, en La Habana. Su cena habitual era un pedido fuera del menú que mezclaba lo dulce y lo salado: un sándwich de pavo sobre pan de medianoche, con queso crema y mermelada de fresa.
Tuvo que explicar la receta tantas veces que le pidió al gerente del restaurante que lo pusiera en el menú para facilitar el pedido. En algún momento a fines de la década de 1930 o principios de la del 1940 (nadie recuerda bien cuándo), regresó para encontrar su nombre en luces de neón, y el sándwich ya en el menú, a un precio de 25 centavos.
"Ella estaba encantada y mi abuela estaba horrorizada", recuerda una amiga de Ruz.
Su creación se expandió a otras cafeterías y restaurantes cubanos según Elena se hacía adulta. Se casó y formó su propia familia, con su esposo y 5 hijos, en Matanzas.
Tras el triunfo de la Revolución, Elena y su familia se establecieron en Miami. Posteriormente viajaron a España y al enviudar, Elena Ruz Valdés-Fauli de Ulacia se muda a Costa Rica con su hija.
Otra amiga de Valdés-Fauli incluso soñó que el sándwich se haría famoso. Y así fue. Cuando muchos cubanos abandonaron la isla después de la Revolución cubana, se llevaron el sandwich consigo. Hoy, muchos establecimientos clásicos de comida cubana, como Versailles, La Carreta o Pinecrest Bakery mantienen a Elena Ruz en sus menús.
Allí falleció en el año 2011, a la edad de 102 años. Durante su vida fue entrevistada en varias ocasiones por ser la creadora de este singular sándwich.
"Se convirtió en un ícono de Cuba", dijo al periódico estadounidense Antonio "Bobo" Llizo, el dueño de segunda generación de la Cafetería Los Bobos en Doral, Florida. "Es uno de los sándwiches que mi papá tuvo que recrear y colocar en el menú".
A pesar de su fama de larga data, el sándwich ya casi no se pide, se quejan algunos chefs. Los jóvenes cubanos se están olvidando del bocadillo y su historia.
Sin embargo, los restauradores no se atreverían a quitarlo del menú.
“No tenerlo quitaría el certificado de cubano”, aseguró al Times Daniel Figueredo, quien sirve una versión del sándwich en su restaurante Sanguich de Miami en la Calle Ocho.
Otros establecimientos han hecho adaptaciones de la receta original, sustituyendo la confitura de fresa por mermelada de guayaba o agregándole tocino y mantequilla, para dorar el pan, cosa que molesta a los familiares de la autora del plato.
Aunque la gastronomía cubana no incluye la receta del sándwich Elena Ruz en casi ningún recetario famoso, muchos cubanos, sobre todo, fuera de la isla, han mantenido viva la receta. ¿Cómo se ha logrado? Pues de la mejor manera posible: haciéndola, comiéndola y compartiéndola.
Receta del Sándwich Elena Ruz
1 pan “medianoche”
queso crema
mermelada de fresa
lascas de pavo asado
mantequilla
Ponga un pan “medianoche” a calentar hasta que esté “dorado, durito y calentito”.
Añádale mantequilla por ambos lados y córtelo a la mitad.
En una tapa ponga una buena cantidad de queso crema y en la otra mermelada de fresa.
Añada las lascas de pavo asado en el medio del bocadito.
Importante: Este sándwich no lleva ningún otro ingrediente. A un verdadero Elena Ruz no se le agrega lechuga ni alguna otra cosa.
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