El doctor cubano Manuel Guerra Guerrero, quien emigrara recientemente hacia Estados Unidos, quedó impresionado con el stock de medicamentos en una farmacia de ese país, muchos de los cuales nunca vio en Cuba, comentó este viernes en su perfil de Facebook.
Durante una visita a una clínica del sur de la Florida, para exámenes médicos que le realizaron de forma gratuita, el galeno y activista por los derechos humanos en Cuba admitió que el centro de salud en su país de acogida “nada tiene que ver con un hospital en Cuba”.
Sin embargo, lo que más llamó su atención fue la farmacia de la clínica. “Había medicamentos de toda clase. Desde el analgésico más común hasta el barbitúrico menos utilizado en la práctica cotidiana, estaba allí. Todos en sus filas e hileras bien organizados, aunque esto último se dificulta debido a la vasta abundancia de los mismos”, dijo en notable alusión a la falta de medicinas e insumos médicos en la isla.
“De muchos de estos fármacos sabía solo gracias a la literatura y con mucho escepticismo contemplé la existencia de los mismos”, dijo y agregó que “ya había llegado a pensar que estos formaban parte de algún tipo de leyenda o algo por el estilo”.
La escasez de medicamentos en Cuba es el pan nuestro de cada dia y el doctor no perdió la oportunidad de llamar la atención sobre la indolencia que provoca acostumbrarse a que los fármacos más indispensables no estén disponibles en la red de farmacias de su país natal.
“La mal llamada potencia médica me adoctrinó de tal forma, que estuvo a punto de resultarme normal el clásico ‘es que no hay’ o esa incómoda frase que en las farmacias de mi Cuba se ha hecho cotidiana: ‘dicen que va a entrar tal medicamento para tal fecha’. Y tal parece que los pedidos los hacían para el mes de octiembre, pues los meses regulares pasaban y pasaban y de nuestras farmacias solo entraban y salían sus empleados, con caras tristes y largas de esperar, esperar y esperar”, lamentó.
El médico fustigó además que las autoridades cubanas se amparen en la justificación “de siempre, el dichoso embargo”, para justificar la debacle en el sistema de salud, mientras continúa invirtiendo en el turismo.
“Que me digan loco, pero aún no hace un año que la dictadura, en pleno pico pandémico y padeciendo la mayor crisis económica de las últimas tres décadas, importó más de 800 automóviles para el turismo. Bien que podían haber aprovechado y traído algunos medicamentos utilizando el mismo transporte, pero claro, ya conocemos cuales son las prioridades del régimen”, cuestionó.
“El caso es que mientras ellos se perpetúan en el poder, en Cuba solo pasa una cosa: la vida. Duele lo que sucede en mi nación, duele lo que sufren mis hermanos. Di basta cubano, en tus manos está el cambio”, sentenció el galeno y cerró con las etiquetas #NoMásMentiras y #SOSCuba.
Manuel Guerra se hizo conocido por sus críticas a la situación en la isla y al sistema de salud. Participó en las protestas antigubernamentales del 11 de julio en Holguín, provincia nororiental donde residía. Un mes después, unió su voz a las de otros 47 galenos holguineros que demandaron a las autoridades respeto para su profesión, así como recursos y medicinas para tratar a los pacientes.
Miembro de la iniciativa Comisión de Apoyo Médico en las Calles (CAMC) asistió por meses tras su jornada laboral a decenas de personas durante la crisis del coronavirus en Cuba. Su activismo por los derechos humanos en Cuba y su participación en el independiente Gremio Médico Cubano Libre, así como su disposición de integrar la marcha cívica por el cambio del 20N, terminaron por pasar factura a su carrera profesional en la isla.
Por su oposición al régimen, fue detenido arbitrariamente, acusado de desacato a la autoridad y expulsado del Hospital “Nicodemus Regalado” de Buenaventura, Holguín, donde laboraba desde hacía más de dos años.
El 19 de marzo, el galeno anunció que había llegado a Estados Unidos, una semana después de haber hecho pública su decisión de salir de Cuba.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (3)Archivado en: