Una planta cienfueguera destinada al procesamiento de la yuca obtiene diariamente unos 560 kilogramos de harina de este tubérculo para el consumo humano y la elaboración del pan normado, en el municipio Abreus de esa provincia.
Un texto publicado por el semanario 5 de Septiembre en el momento de su puesta en marcha señala que este "almidón resulta de gran utilidad en la sustitución de importaciones en la industria alimentaria, toda vez que puede reemplazar hasta el 30 por ciento de la harina de trigo utilizada en la elaboración de pan, galletas y repostería, además de emplearse como materia prima en la composición de embutidos cárnicos".
La mini industria, ubicada en la Cooperativa Antonio Maceo perteneciente a la Empresa Agropecuaria Horquita, inició sus producciones en octubre del pasado año y es la primera de su tipo en Cuba. La planta, de tecnología colombiana, está valorada en aproximadamente cien mil euros, señala un reporte de Radio Reloj.
Según este medio oficialista la harina que se obtiene está certificada por el Instituto de la Industria Alimentaria posee además la Licencia Sanitaria otorgada por especialistas de la Dirección de Salud Pública en la central provincia.
Para obtener los más de 500 kg de harina la planta debe procesar dos toneladas de yuca, materia prima que aporta la propia Cooperativa Antonio Maceo.
El Director de la Cooperativa, Modesto Rodríguez Rodríguez, dijo a ese medio de prensa que “la primera harina obtenida por la planta se entregó a la Empresa Municipal del Pan, de Abreus”.
En la conformación del pan en esa localidad, aclara el directivo, ya no se utiliza solo la harina de trigo, como normalmente ocurría, sino se utiliza un 70 por ciento de este harina y el otro 30 es de harina de yuca.
Rodríguez agregó también que actualmente están haciendo “otros ensayos con trabajadores por cuenta propia, que existen en el territorio, quienes elaboran pizzas y dulces”, en lo que parece ser el “boom” de la harina de yuca.
Incluso se prevé para mayo próximo un “taller de capacitación” en el municipio Abreus sobre la utilización de la harina de yuca.
Con unas 3.8 toneladas de yuca fresca se puede obtener obtener una tonelada de harina para el consumo, y al decir de Rodríguez esto no implica “problemas para el trabajo, constatado por los productores”.
Para el director de esta cooperativa la planta “beneficia mucho a la economía” del país, pues en ella laboran solo dos operadores; por un lado reducen la fuerzan de trabajo y por otro buscan una “salida” a la crisis con la importación de harina de trigo.
El objetivo, para Rodríguez, es “demostrarle a Cuba y al resto de los municipio cuánto podemos hacer con la yuca. La intención del país, es que en cada municipio exista una planta procesadora de esta harina para sustituir el 30 por ciento de la importación de harina de trigo”.
Si la idea se concreta, el gobierno podría poner en práctica los consejos del teólogo brasileño Frei Betto cuando insistió en que los campesinos en Cuba debían producir y comercializar harina de yuca para hacer frente a la crisis alimentaria que prevalece en el país.
Aunque la harina de yuca es muy buena, por ejemplo, para elaborar productos destinados a personas con intolerancia al gluten, dado que la raíz naturalmente está libre de este componente, su consumo por individuos que no padecen de estas complicaciones debe ser moderado y en pocas cantidades porque suele ser pobre en algunos nutrientes que necesita el organismo.
Ante la falta de harina de trigo en Cuba surgen “alternativas” como esta, mientras las quejas de la población continúan por la mala calidad y escasez de productos básicos como el pan.
En Granma la situación de la empresa encargada de la elaboración del pan normado es cada vez más difícil por los atrasos con la entrega de la harina que son cada vez más frecuentes, a lo que se suma el hecho de que la calidad de la harina que les está llegando es muy mala.
En otra de las provincias del país, Las Tunas, las cafeterías no tenían productos que ofertar a inicios de abril, porque desde octubre de 2021 no se recibe harina de trigo en ese territorio para elaborar los productos de la red gastronómica.
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