Un juez ordenó el arresto domiciliario de un niño de 12 años de la escuela privada Sts. Peter & Paul Catholic School, de la Arquidiócesis de Miami, tras ser acusado del delito grave de amenazas escritas para realizar un tiroteo masivo o un acto de terrorismo.
El menor supuestamente amenazó con matar a los 17 compañeros de su clase de sexto grado por haber sido víctima de acoso escolar en la referida escuela religiosa, ubicada cerca de los vecindarios East Little Havana y Brickell, reporta este miércoles el medio Local 10 News.
El juez de circuito Scott M. Bernstein ordenó una evaluación psicológica para el menor, además de poner al niño bajo arresto domiciliario con un monitor electrónico y ordenarle de que se mantuviera alejado de Internet, de las redes sociales y de su Xbox.
Según su abogado, Greg González, se hicieron adaptaciones para que el menor asista a una nueva escuela, tras la audiencia con el juez este miércoles en la corte de niños a través de Zoom.
La policía de Miami arrestó al niño este lunes cuando estaba en el apartamento de su madre y fue llevado al Departamento de Servicios Juveniles del condado de Miami-Dade.
Los agentes de la policía que lo detuvieron refirieron que el menor este viernes, cuando estaba en casa de su padre jugando con una consola con acceso a Internet, le dijo a otros jugadores que quería tener un arma para dispararle a los niños de su aula o golpearlos con unos nudillos de bronce.
También los detectives descubrieron que el niño había publicado videos en Snapchat y TikTok que mostraban a "un acosador" recibiendo un disparo y diciendo que "toda la clase está asustada".
Asimismo, encontraron un dibujo que guardaba en su casillero de la escuela en el que mostraba a una persona sangrando por la cara y el pecho, con una inscripción que decía “te mato yo mismo aunque sea lo último que haga”.
El arresto de este menor ocurre cuando aún sigue viva la tragedia de Uvalde, en Texas, donde un tiroteo en la escuela primaria Robb dejó el saldo de 19 niños muertos, además de dos adultos, tras la agresión de Salvador Ramos, de 18 años, quien se atrincheró en un aula de esa escuela donde ultimó a los pequeños y a sus maestras, antes de ser abatido por la policía.
"Cuando los padres dejan a sus hijos en la escuela, tienen todas las expectativas de saber que podrán recoger a sus hijos cuando termine el día escolar", expresó el gobernador de Texas, Greg Abbott, tras conocerse esta tragedia, considerado el tiroteo más mortífero desde 2012.
Esta jornada, también trascendió que una niña, de apenas diez años, enfrenta ahora un cargo de homicidio tras disparar a una mujer con la que su madre peleaba en un edificio de la ciudad de Orlando, en Florida.
La menor fue acusada este martes formalmente del cargo de homicidio en segundo grado y se encuentra detenida en el Centro de Justicia Juvenil.
También su madre, Lakrisha S. Isaac, de 31 años, se encuentra detenida luego del incidente ocurrido el 30 de mayo último en el complejo de apartamentos Jernigan Gardens, ubicado en la cuadra 1400 de Mercy Drive, de Orlando.
Esta semana igual se supo que una mujer residente en el condado de Orange, en Florida, fue acusada de homicidio involuntario luego de que su hijo, de apenas dos años, accidentalmente disparara contra su padre Reggie Mabry.
Las autoridades locales dijeron a Local 10 News que el arma cargada estaba en una bolsa en el suelo y que el menor la encontró y presionó el gatillo hiriendo mortalmente a su padre que se encontraba de espaldas jugando videojuegos.
En mayo, otro incidente con armas de fuego desencadenó una tragedia a una familia de Florida, cuando un niño de tres años disparó accidentalmente al pecho de su hermana de solo dos años, en la ciudad de Lakeland, del condado Polk, provocándole heridas de gravedad a la pequeña.
“No puedo ser más enfático, si tiene armas de fuego en su casa, manténgalas lejos de los niños. Una hermosa niña está luchando por su vida ahora mismo porque otro niño que no sabía pudo alcanzar un arma cargada”, dijo el sheriff Judd.
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