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Francia Márquez, piedra en bota tardocastrista

Si tan luminosa parece al anticubano partido comunista la victoria electoral de Petro y Márquez en Colombia; ¿cómo es posible que no reforme la Constitución y la ley electoral para que sus opositores puedan presentarse a unas elecciones y hasta ganarlas?


Este artículo es de hace 1 año

Francia Márquez Mina, flamante vicepresidenta electa de Colombia, es una piedra en la bota tardocastrista porque confirma la igualdad de oportunidades que brinda la democracia a todas las ideologías y corrientes; a diferencia del comunismo que veda el acceso a mujeres cubanas con valores similares a las de una mujer negra, comprometida con la libertad, los derechos humanos y la erradicación de la pobreza, la desigualdad y la discriminación por raza y género.

Mientras el gobierno Díaz-Canel/López-Calleja encarcela, reprime y destierra a mujeres, el voto democrático de la mayoría de los colombianos elige a una señora que, con los pobres de la tierra, quiere su suerte echar; tratándolos con respeto e igualándolos en la prosperidad, sin paternalismos ni condenándolos a 63 años de pobreza.

Si tan luminosa parece al anticubano partido comunista la victoria electoral de Petro y Márquez en Colombia; ¿cómo es posible que no reforme la Constitución y la ley electoral para que sus opositores puedan presentarse a unas elecciones y hasta ganarlas?, si consiguen persuadir a una mayoría de votantes que su agenda es más saludable para Cuba que las decrépitas recetas del oficialismo y sus criados.

Francia Márquez, 40 años, es una líder social, abogada de profesión, defensora de derechos humanos y del medio ambiente, feminista; de destacada trayectoria contra la explotación minera indiscriminada y el desplazamiento forzado de comunidades; sufriendo amenazas y atentados, llegando a ser presidenta del Consejo Nacional de Paz y Convivencia, en el año 2020; cuando verificó el cumplimiento de los acuerdos de paz entre el gobierno colombiano y las guerrillas.

La vicepresidenta electa de Colombia, como en su día el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, desmiente de un plumazo toda la propaganda mentirosa del comunismo de compadres que asola a Cuba, donde las mujeres y los negros soportan las peores cargas, en el reparto politizado de pobreza y desigualdad.

Lejos de un objeto de propaganda tardocastrista, la elección de Márquez como vicepresidenta de Colombia es un respaldo a Lizandra Góngora, Sayli Navarro, Martha Beatriz Roque, Regina Coyula, las Damas de Blanco, Luz Escobar, Camila Acosta, Amelia Calzadilla, Dayanis Salazar Pérez, Saily González, Yolanda Carmenate, Marthadela Tamayo, Tania Echevarría, Carolina Barrero, Katherine Bisquet, Tania Bruguera y Deysi Columbié Hernández, otra madre coraje que se plantó frente al gobierno de Sagua de Tánamo, exigiendo comida para sus hijos.

Como la casta verde oliva y enguayaberada vive instalada en la desfachatez, acaba de rasgarse las vestiduras sobre un supuesto asesinato de la reputación de Gustavo Petro y Francia Márquez, a manos de la derecha del continente y -como no podía faltar- políticos de La Florida, oscuro objeto del deseo de La Habana, por su crónica dependencia de las remesas de la solidaria emigración y el magnífico contraste entre la pujanza democrática de Miami y la miseria comunista de Cuba.

Este párrafo de Cubadebate retrata la indigencia moral que corroe a la dictadura más antigua de Occidente: "En un proceso político plagado de amenazas para los dos candidatos de centro izquierda, quienes, por cierto, ya han dicho en sus primeras declaraciones que no buscan oponerse al capitalismo, los odiadores han salido en su contra sólo por su origen y por proponerse el tan esperado fin de los odios históricos en Colombia".

Tremenda gandinga hay que tener para hablar de asesinato de la reputación y señalar odiadores, cuando el castrismo es recordista olímpico y mundial de linchamientos y odio, usando los recursos estatales, como los medios de comunicación que pagan todos los cubanos con el sudor de su trabajo mal pagado y sin derechos, para intentar desprestigiar a quienes no comparten su impositiva perversión del delirio.

El tardocastrismo es ya una agrupación, con ánimo de lucro, de doctores Liendres; de todo saben, de nada entienden; salvo mentir hasta el infinito.

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Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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