Un policía que participó en el intento de arresto del rapero Maykel Osorbo el 4 de abril de 2021, acusó al activista de intentar quitarle el arma y agredirlo.
Así lo recoge una crónica publicada este viernes en Cubadebate bajo el título “Delitos comunes nunca serán políticos”, con la cual la prensa oficialista cubana pretende ofrecer una imagen de transparencia sobre el juicio celebrado a los artistas y líderes del Movimiento San Isidro (MSI), Maykel “Osorbo” Castillo y Luis Manuel Otero Alcántara.
“Al principio, Osorbo estaba más tranquilo, pero luego se tornó violento y trató de quitarme el arma de la funda. Cuando mi compañero intentó quitarle la mano de allí, entonces le dio una patada. El resto de los ciudadanos empujaban y daban golpes”, testificó el policía Andry Roberto Celestino en el juicio celebrado a finales de mayo.
Según afirma el aaerículo, “lo que sucedió en los minutos siguientes es conocido. Fueron varios los videos compartidos en las redes sociales”. A pesar de la evidencia, que quedó registrada en videos y directas, Cubadebate sostuvo que “las historias no encajan”.
“Cuando el policía viene pa´arriba de mí, yo me resisto y comienzan los empujones. Intentan colocarme las esposas, pero logro escapar. Más tarde cojo una bicicleta y me voy para casa de Luis”, declaró Osorbo en el juicio, al que en videos de ese día se ve resistirse pacíficamente al arresto, con las manos en alto casi todo el tiempo y en medio de forcejeos con los agentes que intentan arrestarlo violentamente.
Ese día, 4 de abril, los activistas habían previsto celebrar una acción plástica que incluía una exposición de obras de Otero Alcántara con temática de la infancia y la pobreza en Cuba. Como parte del “performance”, los artivistas invitaron a residentes del deprimido barrio de San Isidro a una fiesta en la que repartirían golosinas para los niños.
La acción civil que se desarrolló esa tarde de domingo, frente a la sede del MSI, constituyó una de las movilizaciones espontáneas más importantes ocurridas en Cuba en materia de defensa de derechos ciudadanos y apoyo al trabajo de opositores.
La calle de Damas estaba repleta de ciudadanos que aguardaban expectantes los acontecimientos, mientras un gran despliegue de policías y agentes de la Seguridad del Estado se movía inquieto por la zona, ante quienes los reunidos cantaron "Patria y Vida", tema por el cual el rapero recibió dos premiso Grammys junto a Yotuel Romero, Descemer Bueno, El Funky y Gente de Zona.
Para Cubadebate, “a pesar de la COVID-19, muchos transitaban por las calles y el corazón de la urbe, en su centro histórico, era un enjambre de gente”. Los videos de los acontecimientos demuestran la falsedad de esta descripción, pues la muchedumbre, “el enjambre”, no se explicaba como parte de la rutina dominical del barrio, sino por el evento convocado por el MSI.
La crónica del medio oficialista afirma que “las pruebas periciales son contundentes. Los especialistas han presentado las capturas de video, que fueron procesadas hasta obtener una imagen nítida a partir de técnicas antropométricas y el señalamiento descriptivo”.
Basándose en estas “pruebas” y en el testimonio de los policías, el tribunal consideró probado que Maykel Osorbo se resistió al arresto. En cuanto a su intención de quitar el arma al policía, resulta increíble que fuera un movimiento voluntario del joven rapero, que siempre ha respondido con contención al sinnúmero de violentos arrestos practicados contra su persona.
Quizás en el forcejeo, del cual emergió Osorbo con ayuda de vecinos que ahora también enfrentan condenas por su participación en “los hechos”, alguien pudo rozar la cartuchera del policía, donde portaba su pistola, pero de ahí a intentar acusar al rapero de intentar arrebatarle el arma, dista mucho de ser un hecho, tanto por sentido común, como por falta de pruebas.
“Luego de llamarle la atención a la muchacha [Juslid Juztiz Lazo], intervino Maikel Castillo. Tras pedirle su identificación, nos refutó y aclamó que él era ‘el Osorbo’, que nadie le ponía nasobuco”, afirmó el agente Andry Roberto Celestino; un testimonio cuya veracidad negó el músico en el juicio.
“Más adelante tratamos de detenerlo, pero solo le logré poner una esposa. Cuando tratamos de hacerlo, varias personas intercedieron por él”, añadió el testigo de la fiscalía en un proceso en el cual Osorbo resultó condenado a nueve años de privación de libertad por los presuntos delitos de desacato, difamación de las instituciones y organizaciones y de los héroes y mártires, atentado, resistencia y desórdenes públicos.
Luego de no haber permitido la entrada al juicio de amigos, prensa extranjera acreditada en la isla o diplomáticos, el régimen cubano se empeña en presentarlo como un proceso transparente. Por la imagen de portada de la crónica de Cubadebate, se aprecia la presencia de camarógrafos que grabaron la sesión, pero el régimen no difundió el video completo.
“Fue un montaje fetichista” describió Osorbo al salir del juicio, al que muchos califican como una farsa más, típica del andamiaje represor del régimen, que se ha valido de la administración de justicia en la isla para castigar la libertad de expresión y la participación en las históricas protestas del 11J en Cuba.
“Hacía calor en La Habana el domingo 4 de abril del 2021”, comenzó su crónica Cubadebate. Medios independientes cubanos y extranjeros coincidieron en que “las calles”, ese día, estaban calientes. Un “calor” que, de abril a julio, no hizo más que aumentar en pueblos y ciudades hasta producir el estallido social por el que el régimen ha encarcelado a centenares de ciudadanos cubanos.
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