Una cubana reaccionó con ironía a las increíbles combinaciones de alimentos de primera necesidad con objetos de casi nula utilidad que mezclan los conocidos “combos”, en los que al sentir de una ciudadana que los padece, habita otro “mecanismo de sometimiento en Cuba”.
“Telegram se ha convertido en la plataforma para los cubanos cazar la comida. Puedes lanzarte en una batalla cuerpo a cuerpo con los revendedores y perder un ojo, o dos, la derrota está anunciada”, indicó la internauta Yanilys Sariego al inicio de un breve pero incisivo texto publicado en Facebook que tituló “El hambre, los discos y el pollo volador”, en el que analiza brevemente las opciones para comprar comida en la isla.
Sariego admite que la otra opción ante los revendedores son las “tiendas virtuales”, de las que dice que “parece muy sofisticado el nombre, pero no es otra cosa que el videojuego lanzado por un gobierno que utiliza el entretenimiento como recurso político” y como variante "sometimiento".
A continuación la joven citó los casos de tres provincias cubanas, Matanzas, Villa Clara y Sancti Spíritus, reveladores no solo de la escasa cantidad de combos en venta, sino además de insólitas mezclas de productos.
"He visto de todo, desde tener que comprar dos tubos de pasta dental para adquirir un picadillo como experimentos sobresalientes de ofertar lápices y carteritas acompañados de un pomo de aceite (provincia Villa Clara). Hoy Sancti Spíritus ha ganado la emulación por el pollo volador, no solo fueron pocos los módulos, sino que además venían acompañados de esta reliquia”, dijo en referencia a un pack de 25 discos DVD.
Hay que tener en cuenta que en los últimos años los discos DVD, tras las aparición de las unidades de almacenamiento pen drive, perdieron uso y van camino de desaparecer.
El lote que motivó las bromas de la citada internauta tiene como "joyas de la corona" una caja de cuartos de pollo en kilogramos y una botella de aceite de soya refinado Premium. A esos platos fuertes se suman un pomo de suavizante para ropa marca Vico (900 gramos) y el citado pack de 25 DVD regrabables. El valor asignado al lote es de 981,25 pesos cubanos.
“En cualquier momento nos venden una rockola. Voy a comprar un CD para cortarme las venas”, concluyó jocosa su publicación Yanilys Sariego, madre de un niño celíaco. La mujer denunció recientemente el elevado costo de los alimentos que el gobierno vende para personas como su hijo y exigió su derecho a tener una vida digna en Cuba.
Desde que la pandemia de coronavirus y la creciente escasez popularizaron el comercio electrónico en Cuba como recurso para evitar las grandes colas en la tiendas físicas, las quejas estallaron.
Entre las críticas no solo figuran la escasa oferta y las dificultades para completar las compras de forma exitosa, sino también la colocación en los llamados "módulos" -conocidos popularmente como "combos"- de la llamada "mercancía muerta", artículos que yacen en los almacenes estatales y que no se mueven.
Dos años después del estallido de la pandemia, la sorpresa ante la inusitada mezcla de perfume Antonio Banderas en un combo donde el producto estrella es el aceite de cocina sigue saliendo a escena en nuevas variantes.
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