El envío de paquetería desde Colombia y hacia Cuba se reiniciará a partir del próximo 17 de julio a partir de un acuerdo entre Cubana de Aviación y la empresa CI Proyectos Comerciales Lobaton Express.
Maritza Preciado, directora de operaciones de Lobaton Express, dijo a la agencia oficialista de noticias Prensa Latina, que su empresa, legalmente constituida en Colombia y con presencia en Chile, Estados Unidos, Panamá y Perú, opera en Cuba desde hace 15 años.
La directiva añadió que Aerovaradero y Correos de Cuba son la contraparte cubana en que confían para concluir el proceso hasta la entrega final de la paquetería.
Por su parte, Marcos Galindo, encargado de los despachos de esta empresa, aseguró que cuentan con la logística para que los envíos lleguen a su destino con todas las garantías.
Las operaciones de envío de paquetería desde ese país sudamericano comenzarán el domingo próximo en un avión carguero, que saldrá del aeropuerto El Dorado, en Bogotá, con una estiba que cumplirá con todas las especificaciones de seguridad y las normas aduanales tanto en Colombia como en Cuba, aseguró David Vargas, responsable de carga de Cubana de Aviación.
Según el despacho de Prensa Latina, representantes de la empresa colombiana y su contraparte cubana se reunieron para conversar sobre esta reactivación del servicio con cubanos residentes en este país, miembros del Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba y diplomáticos de la embajada de La Habana en Bogotá.
El pasado martes, se conoció, de acuerdo con una comunicación oficial obtenida por CiberCuba, que los destinatarios en Cuba de paquetería procedente del exterior deberán pagar un costo adicional de 50 pesos cubanos (CUP) para poder recibir los envíos por parte de las agencias distribuidoras en la isla.
La medida dispuesta por la Aduana General de la República de Cuba (AGR) entró en vigor el pasado 20 de junio y establece el cobro de una “tarifa de manipulación aduanal” a los consignatarios de paquetes, incluyendo los enviados como ayuda humanitaria desde Estados Unidos.
El servicio de distribución de paquetería internacional en Cuba es objeto frecuente de críticas entre los cubanos, tanto por problemas de atraso como por denuncias de robos del contenido de los paquetes.
A mediados de junio, las empresas cubanas dedicadas a la entrega de paquetería internacional tenían más de 160 mil bultos que no habían hecho llegar a sus destinatarios por problemas organizativos y de control.
Según se informó en una reunión del primer ministro Manuel Marrero Cruz con representantes de las agencias transitarias, al cierre del 12 de junio existían en Cuba 160,923 bultos sin entregar, de ellos, el 11.7 por ciento llevaban más de 30 días en el país.
En marzo, por su parte, el gobierno cubano reconoció que los atrasos en la entrega de paquetería internacional experimentaron un crecimiento de hasta el 43% entre septiembre de 2021 y febrero de 2022.
Marcos A. Bermúdez, director general de Organización, Planificación e Información del Ministerio del Transporte (MITRANS), admitió que la demora afecta principalmente a los paquetes no comerciales cuyo plazo de entrega a los destinatarios supera los 30 días establecidos y explicó que este comportamiento negativo se agrava por la mayor afluencia de paquetes a la isla.
A finales del pasado año, un cubano residente en Cárdenas, Matanzas, denunció robos en paquetes enviados a través de Correos de Cuba y dijo que, además de su caso, sabía de otras personas a las que también les sustrajeron productos, de manera particular en el servicio de paquetería internacional.
En una carta al sitio oficialista Cubadebate, el ciudadano -quien no fue identificado por la publicación- relató que el pasado 7 de diciembre fue a recoger un envío proveniente de Inglaterra y cuando le fue entregado, venía con una nota indicando que estaba abierto, la envoltura rota y con menos gramaje del que declaraba.
Contó que, al revisar, faltaban medicamentos y cuatro calzoncillos. Cuando la recepcionista revisó en el sistema, este mostró que al Correos provincial de Matanzas el paquete había llegado con su peso original, 0.96 kilogramos, y una vez en la oficina de Cárdenas, registraba solo 0.45 kg.
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