Bad Bunny ha vuelto a demostrar que no entiende de estereotipos ni de cuestiones de género cuando se trata de la ropa.
El cantante boricua posó en esta oportunidad para la revista de moda estadounidense Harper's Bazaar con prendas que algunos desaprueban y otros muchos le aplauden.
Según el post compartido por la revista en su cuenta oficial de Instagram, “la superestrella puertorriqueña es el artista con más streaming del mundo, y ha logrado su meteórico éxito manteniéndose fiel a su sonido, a su estilo personal y a las causas sociales que le mueven”.
Para la portada Bad Bunny posó con una chaqueta, camisa y falda de alta costura Louis Vuitton para hombre y pendientes y collar Tiffany & Co.
Una vez más el autor del álbum Un verano sin ti demostró que los hombres pueden también lucir faldas y vestidos.
El Conejo Malo hizo algunas confesiones a Harper's Bazaar: “Tal vez al comienzo de mi carrera, traté de fingir que era alguien que no soy, pero aprendí que esa es la forma en que los artistas se pierden a sí mismos”.
Sobre sus atrevimientos y gusto por la moda, que algunos califican de excentricidades, Bad Bunny señaló que “hasta cierto punto, la fama y donde estoy me dan la confianza para hacer todas estas cosas”.
El puertorriqueño aseguró que está aprovechando este momento en su vida “en el que puedo hacer lo que quiera y usar lo que quiera, para poder vivir la vida de manera más auténtica. No lo hago para hacerme más famoso o para llamar la atención o para faltarle el respeto a nadie”.
Bad Bunny afirmó que aunque “la gente de afuera puede pensar que tengo una estrategia o que uso esto para llamar la atención, pero en realidad solo sé quién soy”.
En otra entrevista para la revista GQ el pasado mayo, Bad Bunny reconoció que le cuesta adjudicar un género a la ropa y dejó claro que no comparte los estereotipos de la cultura latina que caracterizó como machista.
El intérprete de “Moscow Mule” está en plena racha de éxitos musicales, pero recientemente se atrevió a incursionar en el mundo de la gastronomía al abrir su primer restaurante en Miami.
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