El huracán Ian mató a Damaris Calunga, una mujer de 43 años, vecina del pueblo pinareño de San Luis, aplastada por el derribo de una de las paredes de su casa, dijeron fuentes familiares a CiberCuba.
La fallecida no quiso abandonar su vivienda, ubicada en la zona conocida como El Retiro, por temor a sufrir robos, mientras que su pareja se trasladó a casa de su mamá, donde se enteró del fallecimiento de su novia, avisado por unos vecinos que accedieron a la vivienda semiderruida, al notar que la propietaria no respondía a sus llamadas.
El municipio pinareño de San Luis vivió una noche y madrugada de espanto por los destrozos provocados por el huracán Ian a su paso por la localidad, donde derribó techos de viviendas de madera y las casas de curar tabaco en zonas como Retiro, Rodeo y Corojo, explicaron.
Los vecinos vivieron escenas de pánico durante la noche del lunes y madrugada del martes, viendo como árboles frutales fueron arrancados de cuajo y tanques de agua volaron, junto a planchas de zinc, usadas por muchos pobladores para techar sus casas, según describieron.
Con la mujer aplastada por una de las paredes en su casa, el balance provisional y no oficial de víctimas mortales asciende a dos muertos en la provincia de Pinar del Río. En San Juan y Martínez un hombre murió electrocutado, mientras intentaba proteger una turbina que usaba para regar su vega.
Hasta el momento, los gobiernos cubano, de Pinar del Río y de los municipios afectados no han informado sobre víctimas mortales ni daños en la más occidental de las provincias cubanas; mientras el presidente Miguel Díaz-Canel apareció vestido de militar en una reunión de análisis de la tragedia, celebrada en La Habana.
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