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Esposa de liniero fallecido en La Habana: “No había ni una guagua para su entierro”

“Hoy me decidí, porque lo que tengo en el corazón no lo cambia nadie. Nada me lo va a revivir, nada va a volver, pero quiero que se haga justicia”, dijo, además, en Facebook Yamisleydis Bring Reyes.


Este artículo es de hace 1 año

La esposa del liniero cubano recién fallecido durante un accidente laboral en La Habana denunció que “no había ni una guagua para su entierro, según una directa que compartió en redes en la que hace duros cuestionamientos a los directivos de la empresa eléctrica por ignorar su dolor y ni ofrecer la más mínima condolencia por esa muerte.

“Ya es demasiado, ya esto se fue de control. Yo soy la esposa del liniero eléctrico especializado que se mató el día 29 en Centro Habana, Nelson Nieto Blanco, después de dos días de largo trabajo, de largas jornadas laborales”, refirió este miércoles Yamisleydis Bring Reyes en Facebook, tras dar inicio a su directa, la cual pidió compartir, “porque siento que mi marido se mató y todo quedó ahí, y ya”.

“Hoy me decidí, porque lo que tengo en el corazón no lo cambia nadie. Nada me lo va a revivir, nada va a volver, pero quiero que se haga justicia. Basta ya de mentiras, basta ya de chantajes, porque todo lo veo como un chantaje. Ya no aguanto más. Ya no entiendo, ya no me importa nada. Todavía hoy me estoy preguntando por qué mi hijo se quedó huérfano, y no hay respuestas, porque nadie me las ha podido dar”, expuso Bring Reyes.

“Todavía me estoy pregunta por qué vino alguien de Medicina Legal a decirme, a darme la mano, y a preguntarme cómo pasó todo. ¿Cómo voy a saber cómo pasó todo, si mi esposo era el que estaba trabajando, no yo que estaba devastada y no sabía nada? En un buen carro que llegó. Claro, sí, porque para eso sí hay carro, pero para la sesta con la que mi marido se subió, ahí no había carro y por eso tuvo que subir allá arriba”, dijo, además.

“No entiendo, como hasta hoy no ha venido un directivo a pararse a la puerta de mi casa, para decir absolutamente nada, porque no tienen valor, moral, principios ni respeto”, añadió, molesta.

“Cómo se supone que una empresa poderosa como la empresa eléctrica a la hora del entierro no hubiera una guagua, y tuvieron las amistades que empezar a incomodarse de nuevo, porque todo aquí, funciona así con incomodidad, para que pusieran una guagua para el entierro de mi marido, que no era un perro, era un hombre de valores, de principios, era un padre, un hermano, un buen hijo, un buen vecino, que todo el mundo que lo conoció sabía quién era Nelson”.

También criticó un homenaje que le hicieran a su esposa en la empresa donde labora, al que ella no asistió, porque dijo que “sabía que eso era politiquería, por eso no quise ir, por eso no me importó, porque ninguno me lo va a devolver. Nadie ha tenido la osadía de pararse y decirme ‘coño, lo siento mucho’. Nadie, ningún directivo. Ninguno. ¿De qué homenaje me están hablando?”.

“Ahora mismo sé que me van a venir cosas grandes para mí. No me importa, porque más dolor y más de lo que he perdido ya no puedo perder más”, comentó, además.

Puntualizó, que a ella ya no le importa nada, “pero hago esto para que el mundo sepa la porquería que se hizo con la vida de mi marido”.

“Quiero que todos compartan esto para que el mundo se entere. Porque yo siento que mi marido se mató y todo quedó ahí, y ya. Y si yo no había salido hacer esto, era por el dolor tan grande. Pero independientemente de ese dolor tan grande, de esa pérdida que no se compara con nada, lo peor y más cruel que tengo en el corazón es la impotencia y no sé cuánto me dure. No me importa qué me pase ni que me busquen para que acaben ahora de dejar a mi niño también huérfano de madre. Hagan y deshagan lo que quieran. A mí no me importa, total”, concluyó en su directa.

Las muertes de Nieto Blanco y del liniero Carlos Peña Castellano trascendieron en redes sociales a poco del paso del huracán Ian por el occidente de la isla.

Ambos fallecieron mientras trabajaban en la reparación de las líneas que brindan el servicio a la población de La Habana, según publicaciones en las redes sociales de personas cercanas a la familia y declaraciones ofrecidas a CiberCuba.

Nieto fue conducido a un hospital de La Habana tras resultar gravemente herido por una línea activa, según escribió un vecino que fue testigo del accidente.

"La descarga lo empujó hacia el techo de la caseta que se encuentra debajo y de ahí cayó hacia el piso", describió en Facebook el internauta Rubén Javier Pérez.

Posteriormente un familiar de Nieto aseguró que falleció en el hospital, aunque no ofreció más detalles.

"Todos sus familiares estamos devastados con su pérdida", escribió la persona que se identificó como Yanisley Candel.

La otra víctima era natural de San Antonio de los Baños y al momento de morir tenía 37 años.

Se encontraba en la capital cubana para apoyar a sus compañeros y participar en las labores de recuperación del tendido eléctrico, según explicó en Facebook la internauta Jarocha Reyes Vega.

"Me dijeron que estallaba de personas el velorio, que los hombres lloraban y las mujeres no tenían consuelo. ¡Carlitos! vuela alto mi niño, hoy mis oraciones fueron para ti", escribió.

Una persona cercana a la víctima explicó que el joven murió tras sufrir una hipoglicemia y caer desde las alturas, porque estaba trabajando sin merendar.

"Les quitaron la merienda que les daban; una lata de refresco y pan con perro o con jamón. Los tienen allí sin garantizarles agua para beber y con pocas horas de descanso", explicó la fuente, que no quiso ser identificada.

Aunque el huracán Ian no pasó por La Habana, las autoridades reportaron un elevado número de daños en la infraestructura eléctrica, que prolongó por horas los apagones que obligaron a la población a salir a protestar de manera pacífica a las calles.

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