Seis horas exactas, según la Unión Eléctrica de Cuba (UNE), tardaron sus operarios en restablecer el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) tras el “error humano” que provocó este sábado un apagón masivo en Cuba.
“En estos momentos se encuentra restablecido el Sistema Eléctrico Nacional, el proceso de restablecimiento tuvo una duración de 6 horas desde las 10:57 minutos de la mañana hasta las 4:53 minutos de la tarde”, informó la UNE en sus redes sociales.
La empresa estatal que monopoliza el servicio eléctrico achacó a “un error humano” la causa del mayúsculo incidente que dejó sin electricidad a más de la mitad del país, desde Matanzas hasta Guantánamo.
"Un error 'humano' provocó la falla que dejó sin energía una subestación de 220 Kv de Matanzas, lo que provocó la caída del sistema eléctrico", indicó la UNE sin dar más explicaciones.
La parquedad de las autoridades resulta más llamativa si se tiene en cuenta que cinco días antes, el lunes, la UNE reportó un fallo en el SEN que provocó un apagón masivo en la mitad oriental de Cuba, desde Ciego de Ávila hasta Guantánamo.
En esa ocasión, los directivos achacaron la masiva incidencia a “un incendio en un cañaveral” que habría provocado la "ionización del aire", lo cual hizo fallar las líneas de 220 kV ubicadas entre las provincias de Sancti Spíritus y Ciego de Ávila.
Tras solucionar el “error humano” de este sábado, la UNE reconoció “una afectación de 672 MW por déficit de capacidad de generación”, pero indicó que iría “disminuyendo paulatinamente con la incorporación de las unidades generadoras que salieron fuera de servicio por el evento”.
Anterior al “evento”, la UNE pronosticaba una afectación de 100 MW para la hora pico, según su habitual parte diario. Luego de “solucionado”, el déficit inicial se elevó hasta casi 700 MW, una cifra que conlleva cortes de suministro eléctrico de los cuales no se ofrecieron detalles.
Cuatro horas después de anunciar que el SEN estaba restablecido, la UNE actualizó su información con una nota aún más escueta indicando que “el SEN quedó restablecido en su totalidad a las 21:26 p.m.” y que no había “afectaciones al servicio eléctrico por déficit de capacidad de generación”.
La incorporación de la unidad de Guiteras, sumada a las dos unidades de Santa Cruz del Norte, la unidad 3 de la Carlos Manuel de Céspedes, la unidad 5 de 10 de Octubre, Energas Varadero y la Central Fuel de Moa, permitió –según la UNE– restablecer el SEN en su totalidad.
La empresa afirmó que después de las 9:30 p.m. no hubo apagones en Cuba relacionados con la “capacidad de generación”, pero no aclaró si la unidad 1 de Santa Cruz y la unidad 3 de Renté pudieron sincronizar con el SEN, luego de haber informado en el parte inicial que se encontraban “en proceso de arranque”.
Las lagunas informativas de la UNE y la frecuencia de los masivos apagones en estos últimos tiempos ensombrecen la gestión de los nuevos dirigentes nombrados por el gobernante Miguel Díaz-Canel, quien relevó de sus puestos al ministro de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz, y al director de la UNE, Jorge Cepero Hernández, para sustituirlos por Vicente La O Levy y Alfredo López Valdés.
Los cambios y nombramientos de la “continuidad” siguen arrojando los mismos resultados que sus promesas de mejoría: ninguno.
Después de un año con una situación extremadamente crítica en el sistema electroenergético nacional (SEN), las autoridades cubanas prometieron que en 2023 mejoraría el panorama y disminuirían los frecuentes y prolongados apagones que provocaron malestar y protestas en el país.
A finales de agosto, Díaz-Canel hizo pública la estrategia de su gobierno para estabilizar y mejorar la situación del SEN. Sus principales objetivos eran “minimizar los apagones antes de que finalice el año”, “desarrollar inversiones y mantenimientos en el 2023 para lograr estabilidad” y “cambiar la matriz energética del país”.
A comienzos de año, con una situación más relajada gracias a la sincronización de las centrales flotantes turcas y algunos días sin que se reportasen apagones, el gobierno anunció que los cortes de electricidad volverían a partir de febrero debido a la necesidad de realizar obras de mantenimiento en las centrales termoeléctricas.
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