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Militancia comunista reacciona a imposiciones del Comité Central

La militancia ha servido para sostener el enorme aparato burocrático e improductivo con dirigentes ineptos.

Sesión del octavo congreso del partido comunista © Cubadebate
Sesión del octavo congreso del partido comunista Foto © Cubadebate

Este artículo es de hace 1 año

Una parte de la militancia comunista reaccionó contra recientes imposiciones del Comité Central del partido, incumpliendo estatutos y secretizando el número real de miembros de la única organización política legal en Cuba; que ha relajado sus normas internas y retrasado bajas para ofrecer una imagen de crecimiento y estabilidad.

CiberCuba conversó con un funcionario del Comité Central y dirigentes de base del Partido Comunista de Cuba (PCC) en diferentes ámbitos y apreció una mezcla de pragmatismo, descontento y añoranza por Fidel Castro, circunstancias que abren frentes inesperados para el Buró Político, que ya no puede imponer órdenes a su antojo como ocurrió con la fallida Tarea ordenamiento.

"A veces, fuera de Cuba se magnifican decisiones que tomamos, en virtud de la complejidad de las situaciones que afrontamos y ante las que no siempre conseguimos el consenso necesario para encararlas; la unanimidad o falsa unanimidad, como quieras llamarla, pertenece al pasado; pero que relajemos las normas, aplacemos bajas y controlemos la información, no implica aceptar delincuentes en el partido", opinó un funcionario del Comité Central.

"Nuestra economía va mal y seguimos siendo perseguidos financieramente por Estados Unidos; un sector del partido reconoce que también cometemos errores políticos y económicos, pero ante los intentos de derribar la revolución no podemos permanecer inmóviles; quizá el 11 de julio de 2021 frenó medidas previstas por miedo, por leer mal el ambiente sociopolítico, pero nadie debe pretender que nos suicidemos", advirtió.

"No se trata de elegir entre simpático y antipático, el liderazgo de Fidel (Castro) fue indiscutido durante años, pero el comandante en jefe de los 90 no era el de épocas anteriores; Raúl (Castro) no pudo culminar el proceso de reformas y normalización bilateral con Estados Unidos; también por falta de consenso en la dirección de la revolución, negarlo es absurdo; pero Díaz-Canel no es el único culpable de nuestra difícil situación", sostuvo.

"El aplazamiento de las bajas y relajamiento de algunas normas no es solo porque pretendamos mantener un número significativo de militantes ; hay compañeros veteranos que desean seguir militando y lo piden; ninguno de nosotros queremos a personas de mala conducta en el partido, pero no podemos condenar a alguien, especialmente a jóvenes, que hayan cometido un error", abundó.

"Claro que tenemos compañeros que compran y venden alimentos y otros artículos, de manera irregular; por la escasez que padecemos, entonces qué pretenden algunos, que orientemos a los militantes que se queden sin comer antes de acudir a vías no convencionales", concluyó.

"Como usted comprenderá, no contamos los aspectos internos de nuestra organización con la prensa y menos todavía en las actuales condiciones en que la revolución afronta viejos y nuevos retos y con ustedes nunca se queda bien porque si no cambiamos, nos llaman inmovilistas y cuando lo hacemos también nos critican", aseguró la secretaria general de un núcleo de jubilados del Nuevo Vedado; que fue diplomática durante tres décadas.

"Yo, personalmente, extraño los tiempos del comandante (Fidel Castro), cuando el compañero Machadito (José Ramón Machado Ventura) llevaba el partido como un reloj, y cuando discrepo de alguna decisión, lo hago en el seno de la organización; evitando que el enemigo se aproveche; pero que le quede claro que no apoyo el ingreso de gente barata al partido", concluyó.

“Antes se decía que la militancia partidista era la vanguardia del pueblo, que sostenía la revolución y ahora -con las nuevas medidas esas- parece que la militancia solo sirve para mantener el aparato burocrático e improductivo con dirigentes ineptos en el nivel central y la provincia", afirmó el secretario general del comité del partido comunista en una industria azucarera.

"A mi me gustaría que el partido explicara qué vamos a hacer con los restos de la industria azucarera, el azúcar es una cultura en Cuba y, cuando se pierda, será muy difícil recuperarla y fíjese lo que se podría haber recaudado con los precios actuales o la cantidad de derivados que tiene la caña”, apuntó.

"No, claro que no puedo estar de acuerdo con hacer crecer el partido, sacrificando ejemplaridad; los tiempos han cambiado, pero el PCC cambia en lo que no debe y no cambia en lo que debiera", remató.

“Con las nuevas medidas estamos captando a personas sin mérito alguno o conducta de vanguardia y algunas reuniones reuniones dan asco, aseveró el secretario general de un núcleo de Comercio Interior.

"Porqué no se preparó al partido para afrontar la inflación; no se trata de decidir arriba y bajar la orientación a los de abajo... que los Lineamientos (económicos) se discutieron con el pueblo y en los centros de trabajo; de acuerdo, pero la gente se quedó con la subida de salarios, pero no sacó la cuenta de lo que aumentarían los precios, hasta que no le llegó el siguiente recibo de la luz", cuestionó.

"¿El malo de la película es (Marino) Murillo? Yo creo que no, malos aquí somos todos. Ya Murillo no está y en qué hemos mejorado; en nada, hemos empeorado y ahora algunos quieren debilitar al partido. Yo sé un poquito de comercio y servicios, pero no quiero a delincuentes entre nuestras filas y, si tengo que entregar el carné, lo entregaré", finalizó.

"Nosotros estamos esperando a discutir el tema con los compañeros, aunque en nuestro sector no tenemos ese problema porque el colectivo es joven y consciente de los retos; cuando lo discutamos, transmitiremos a la dirección del partido en La Habana lo que pensamos de las nuevas normas", indicó la secretaria general de un núcleo de un centro de investigaciones científicas.

"Esa es otra comedura de mierda de Morales Ojeda y su gente; ese muchacho parece que no se ha dado cuenta de la responsabilidad que asumió y se ha puesto a experimentar y a maltratar a la militancia, como ya hizo con médicos, incluidas eminencias", reveló un ex funcionario del Comité Central y secretario general de un núcleo de jubilados en Playa.

"En nuestra época, las cosas se hacían de otro modo y la prioridad era preservar la ejemplaridad del partido, que militar fuera un honor y que los militantes se sintieran reconocidos y atendidos, pero ahora mismo yo tengo a compañeros que se turnan para cuidar a sus esposas y esposos enfermos y poder ellos salir a comprar los mandados o hacer gestiones", describió.

"Yo sé que este no es el partido de Fidel, pero me gustaría que siguiera siendo el mío porque fueron muchos años y lo que se destruye tarda en recuperarse; cuando veo estas cosas, me acuerdo cuando aparecían Díaz-Canel y Morales Ojeda en reuniones y se ponían a mirar a quién de los veteranos arrimarse para coger buena sombra", evocó.

Hasta el momento de publicar esta nota, la prensa comunista no ha informado sobre cambios en los reglamentos internos del partido gobernante, que incluyen la colaboración de la Seguridad del Estado para aumentar el control sobre los funcionarios encargados de custodiar y tramitar la documentación en el Comité Central, provincias y municipios.

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Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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