La chimenea del extinto central Velasco continúa siendo un peligro para los vecinos del poblado Pedro Ballester, ubicado en el municipio avileño Primero de Enero.
Obdiel Torres Guevara, quien nació y vivió en ese pueblo durante años, denunció una vez más la situación, y en su perfil de Facebook criticó a las autoridades cubanas por no preocuparse del asunto.
"Ya solucionaron el problema de la torre de Velasco. 10 estacas de palo, tres pelos de alambre de púas para que nadie entre al área, muy reducida por cierto", escribió. "Nadie se debe introducir en el área, pero esperamos pacientemente a que acabe de desplomarse. Ese día, que ocurra lo que tenga que ocurrir".
CiberCuba habló con el velasqueño, que actualmente vive en Uruguay, y este explicó que al parecer, la decisión de cercar los alrededores de la torre se deben a una denuncia que hizo anteriormente.
"Lo hicieron por la foto que publiqué de los niños jugando allí", aseveró.
Torres Guevara recordó que no es la primera vez que hace gestiones para que se tome una decisión con la chimenea; que puede ser su demolición o conservación eficaz.
"Estando en Cuba me puse en contacto con un periodista de Trabajadores para que hiciera un reportaje del tema, y sacó dos artículos, en 2017 y 2019. Pero el gobierno no hizo caso y a pesar de las opiniones de los residentes, el peligro continúa en pie", dijo.
Entre los testimonios recopilados en ese entonces, está el de Lázara Vasnueva, quien lamentó que el techo de su casa fuera afectado por un trozo pequeño que se desprendió desde la chimenea.
“Distante, a unos 45 metros de nuestro edificio multifamiliar, está la torre que mide más de 60 metros de altura, la cual puede derrumbarse por su peso y alto grado de deterioro”, alertó Jorge Luis Oviedo.
El central Velasco fue construido entre 1922 y 1924, solo trabajó seis zafras y estuvo abandonado hasta 1944, cuando lo desmantelaron y vendieron en piezas.
Sin embargo, la torre de concreto del central quedó en pie y tras la llegada de Fidel Castro al poder se construyó a su alrededor el actual poblado, que los lugareños siguen llamando con el viejo nombre.
Con el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, la chimenea dejó de ser un símbolo de la localidad y se convirtió en un peligro.
Tras el paso del ciclón Irma, en 2017, parte de la "cabeza" de la chimenea fue arrancada y así avanzó el deterioro de la estructura, con grietas y desprendimientos que preocupan a los vecinos de Velasco.
El deterioro del pueblo no se aprecia solo en la vieja chimenea, pues un enorme tanque de acero con estructuras de concreto, utilizado para guardar agua potable, también amenaza con caerse desde los años 90.
"Tiene casas alrededor y está podrido" comentó Torres Guevara.
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