Criador cubano cuenta qué debe tener un palomo ladrón

Coger palomas y no dejarse coger son los dos rasgos esenciales que, según este criador cubano, debe cumplir un palomo.

Para él, el resto de cualidades (que vuele, que si pega...) son "adornos" del palomo ladrón.

"Un palomo ladrón es de utilidad porque te coge palomas para tú venderlas y coger dinero", añadió este cubano -que se autodemomina como 'profesional de las palomas' en un vídeo compartido en el perfil en Tik Tok "palomeando a tope".

Crianza de palomas en Cuba y el arte de 'Robar palomas'

En Cuba, la crianza de palomas no es solo una afición; es una tradición arraigada, un arte y un reflejo de la pasión de un pueblo. Desde los patios traseros de las casas hasta espacios dedicados en azoteas, las palomas han encontrado hogar en el corazón de la isla caribeña. Esta tradición, que ha sido pasada de generación en generación, tiene sus propios matices y términos que a menudo sorprenden a quienes no están familiarizados con ella.

Uno de los aspectos más curiosos de esta tradición es el acto de "robar palomas". A pesar de cómo suena, no se trata de un delito ni de una acción maliciosa. En realidad, "robar palomas" se refiere al acto de atraer palomas de otro criador a tu propio palomar mediante el uso de un "buen palomo". Este palomo, dotado de un plumaje atractivo y una conducta dominante, es liberado con la intención de que atraiga a otras palomas hacia su hogar. Si logra su cometido, el criador puede reclamar las palomas "robadas" como propias.

Este acto, más que una competencia, es una demostración de destreza y orgullo entre los criadores. Es un juego de habilidades donde el objetivo es mostrar la superioridad de tu palomo sobre los demás. Sin embargo, también hay reglas no escritas y un código de honor entre los criadores. Si un criador logra "robar" una paloma, es común que el dueño original tenga la oportunidad de recuperarla, especialmente si reconoce y valora su ejemplar.

A lo largo de los años, la crianza de palomas en Cuba ha generado amistades, rivalidades amistosas y un profundo respeto por estas aves que surcan los cielos de la isla. Es un mundo en el que la destreza, el honor y la pasión se entrelazan, y donde un buen palomo puede convertirse en el héroe de la historia.