El ministro de la Industria Alimentaria de Cuba, Manuel Sobrino Martínez, fue destituido este viernes de su cargo, en el que duró apenas cuatro años.
Sobrino fue liberado de su puesto "por renovación", según una nota de Granma, que informó de otras destituciones en la cúpula castrista, entre las cuales la más importante es la del ministro de Economía Alejandro Gil Fernández.
El dirigente será sustituido por Alberto López Díaz, de 56 años y hasta ahora gobernador de Villa Clara.
López Díaz, licenciado en Educación, fue profesor, jefe de cátedra y especialista en una empresa de Acueducto y Alcantarillado antes de desempeñar diversos cargos en los órganos del Poder Popular, donde llegó a ser presidente de la Asamblea Provincial de Villa Clara.
Sobrino Martínez era uno de los ministros más conocidos en Cuba debido a sus meteduras de pata y declaraciones absurdas en los medios.
Saltó a la "fama" en 2020, cuando acudió a la Mesa Redonda a presentar un programa para utilizar las gallinas decrépitas y las tripas de cerdos y vacas para hacer masa cárnica para elaborar croquetas.
"Eso no es de países pobres, eso es un aprovechamiento de países desarrollados", afirmó entonces.
Esa intervención de Sobrino estuvo cargado de perlas.
El ahora defenestrado titular del sector aseguró esa tarde que la cerveza es una preocupación fundamental de los cubanos, que el pueblo no puede darse el gusto de comer langosta y camarones porque faltaría la leche de los niños, y que el pan que se vende por la libreta de abastecimientos es de buena calidad.
"Cuba tiene una per cápita de consumo de pan de 46 kilogramos al año por habitante, está por encima de muchos países de América Latina y del Caribe, es un tema favorable. (...) Y una per cápita, alerto, que es con mucha calidad", afirmó satisfecho.
En noviembre pasado, volvió a generar polémica cuando insistió en que el gobierno no está tomando medidas económicas neoliberales.
"El gobierno cubano sigue vendiendo ese litro de leche a 25 centavos en moneda nacional y asumiendo todos los gastos de la diferencia. Un gobierno neoliberal hoy estuviera cobrando por ese litro de leche 125 pesos", dijo.
"¿Quién podría tomar leche?", se preguntó tras explicar que un litro de leche en el mercado mundial ronda los 50 centavos dólar.
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