La crisis económica que se agudiza en Cuba motivó la decisión de los gobernantes de la provincia Guantánamo de suprimir el pan racionado que reciben sus habitantes por la canasta familiar normada, para aquellos en edades comprendidas entre los 13 y los 65 años.
Así lo informó el director de la Empresa Provincial Alimentaria, Eneldis Matos Romero, en una nota difundida a través de las redes sociales del Telecentro Solvisión, en las que se refirió a las “dificultades” con “la cuota normada de pan en el mes de abril”.
“A partir del déficit existente en el país de la harina de trigo, con su incidencia en nuestra provincia, se informa a la población guantanamera que a partir del lunes 1 de abril se afectarán, de forma total o parcial, varios segmentos poblacionales con la cuota de pan diaria planificada”, señaló la nota informativa.
Ante este panorama, “solo recibirán pan los niños de cero a 13 años de edad y las personas con 65 años y más”, detalló el directivo, indicando que otros grupos sociales recibirán el pan normado, tales como “pacientes ingresados en los hospitales, hogares maternos y de ancianos, y casas de abuelos”.
“Los estudiantes de centros educacionales internos de todas las enseñanzas, incluyendo la educación superior, círculos infantiles, casas de niños sin amparo familiar y los seminternados de primaria y establecimientos penitenciarios” también “recibirán el pan” destinado al consumo social.
Asimismo, la empresa estatal comunicó que “la estabilidad en el suministro de la cuota normada de pan estará en dependencia de la entrada de la harina al país, la que se espera sea a partir de la segunda quincena del mes de abril”.
La medida afecta a casi 350 mil guantanameros que no recibirán pan de la canasta familiar normada.
De los 511,093 habitantes de la provincia (según datos de la ONEI, 2018), más de 97,000 están comprendidos entre los 0 y 14 años de edad. Los mayores de 60 años están cifrados en más de 90,000 personas.
La población guantanamera representa el 4,5% de la población cubana. La medida adoptada por las autoridades de esa provincia afectará a más de un 3% de la población cubana que no recibirá en abril el pan racionado y de pésima calidad que los gobernantes cubanos incluyen en la canasta familiar normada.
En cuanto a sustitutos diarios a este alimento, las autoridades guantanameras no informaron nada, ni ofrecieron datos sobre los experimentos de hacer pan con boniato, calabaza, yuca y otros extensores que ha ido utilizando el régimen cubano para paliar la escasez de harina que destina para el consumo de pan racionado por el Estado.
Mientras, crece la producción y venta de pan y otros productos que requieren harina en las Mipymes, y se venden a precios impagables para un porciento mayoritario de la población, sin acceso a divisas ni familiares en el extranjero.
Según el oficialista Venceremos, Guantánamo necesita diariamente más de 32 mil toneladas de harina para garantizar la canasta básica y cubrir necesidades de organismos priorizados como los círculos infantiles, hospitales, centros educativos.
A finales de diciembre pasado, la provincia se quedó sin harina para producir pan de la canasta básica. Según afirmó entonces Dargis Serret Bairut, directora Comercial de la Industria Alimentaria, el gobierno estaba negociando con Mipymes para dar empleo a los trabajadores de las panaderías estatales.
En abril de 2023, la Industria Alimentaria de Guantánamo dejaba de producir más de 60 mil panes diarios de la canasta básica debido a los frecuentes apagones, otro de los "incidentes" que, junto a la escasez de harina, se han visto agudizado con la actual crisis energética.
A finales de febrero, autoridades del Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL) anunciaron que hasta finales de marzo habría severas afectaciones en la entrega del pan de la canasta familiar normada por retrasos en la llegada de cargamentos de trigo. En Las Tunas, el gobierno anunció que solo garantizaría el pan normado para la zona urbana de la provincia los martes y jueves.
Sin embargo, a las puertas de abril, la escasez de harina, combustibles y los apagones siguen agravando la inseguridad alimentaria que sufre el país bajo el gobierno de la "continuidad" de Miguel Díaz-Canel.
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