Las autoridades del régimen cubano arrestaron este martes al reconocido disidente y líder opositor José Daniel Ferrer, fundador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), tras revocarse su libertad condicional, concedida hace apenas tres meses como parte de un acuerdo negociado entre el Vaticano y el gobierno de Estados Unidos.
Según la agencia Reuters, la vicepresidenta del Tribunal Supremo Popular, Maricela Sosa, estimó que el líder de la UNPACU incumplió las condiciones de su excarcelación al no presentarse en dos audiencias judiciales obligatorias, lo que afirmó constituye una violación de la legislación cubana.
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La detención se produjo durante un operativo de fuerzas de seguridad en la sede de UNPACU, ubicada en el reparto Altamira, Santiago de Cuba.
Así lo denunció en redes sociales Ana Belkis Ferrer, hermana del opositor, quien aseguró que la vivienda fue “saqueada completamente” y que también fueron arrestados la esposa de Ferrer, Nelva Ismaray Ortega Tamayo; su hijo menor, Daniel José; y los activistas Roilán Zárraga Ferrer y Fernando González Vaillant. Todos fueron conducidos a paradero desconocido, según la denuncia.
"¡Miserables y cobardes tiranos criminales! Exigimos su inmediata libertad y la de todos los detenidos y presos políticos", escribió Ana Belkis en la cuenta de X (antes Twitter) de su hermano, junto a la etiqueta #SOSCuba.
José Daniel Ferrer, de 54 años, ha sido una de las voces más críticas del régimen cubano en las últimas dos décadas y ha enfrentado múltiples arrestos y condenas por su activismo político.
A finales de abril, en un nuevo episodio de su campaña de descrédito contra la oposición política, el régimen arremetió contra los Ferrer García y la líder opositora Rosa María Payá a propósito de las iniciativas de consulta y cambio promovidas por la plataforma Cuba Decide.
En un artículo publicado el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista, bajo el título "Activistas contrarrevolucionarios reclaman doble bloqueo contra Cuba", el texto tachó de “mercenarios” a ambos opositores y los acusó de incitar a la Unión Europea a soportar las sanciones económicas contra la Isla.
Tras su excarcelación, el opositor ha continuado denunciando a la dictadura en sus redes sociales y ha intensificado su labor humanitaria ante la crisis estructural del régimen cubano, que aumenta exponencialmente el número de personas en situación de pobreza extrema y vulnerabilidad.
Precisamente, esa faceta humanitaria del activista ha mantenido ocupados a los represores del régimen, quienes desde el primer momento vigilaron y rodearon la sede de la UNPACU en un intento por cortar el flujo de personas que allí acuden a diario para procurarse una comida al día, o atender sus necesidades de salud y de medicamentos.
El respeto y popularidad de las acciones humanitarias de Ferrer García se han añadido a las preocupaciones del sistema represivo de la dictadura, que ha hecho todo lo posible por detener la labor social de la UNPACU, desde arrestos a colaboradores hasta presiones y amenazas a los destinatarios de la ayuda.
Al momento de redactar esta nota, el régimen cubano no ha emitido un comunicado oficial sobre el paradero de los detenidos ni sobre las condiciones actuales de Ferrer García y sus familiares.
Organizaciones de derechos humanos han comenzado a exigir explicaciones y advierten sobre el aumento de la represión en la isla.
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