En una de las medidas más llamativas de su segundo mandato, el presidente Donald Trump anunció un nuevo programa federal que ofrece 1,000 dólares a inmigrantes indocumentados que decidan abandonar voluntariamente Estados Unidos.
Denominada "autodeportación incentivada", la estrategia de la administración Trump hace de la aplicación gubernamental CBP Home la herramienta indispensable para quienes deseen acogerse a este programa.
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El plan, presentado como una solución más eficiente y menos costosa que la deportación tradicional, ya ha comenzado a implementarse y contempla un pago único al completarse la salida del país.
Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), el monto se transferirá una vez confirmada la llegada del migrante a su país de origen, verificada mediante la misma aplicación CBP Home.
Una salida "digna" con beneficios
La iniciativa pretende ofrecer una “salida digna” a los migrantes sin estatus legal, permitiéndoles organizar su retorno sin ser detenidos por agentes de inmigración. De acuerdo con el DHS, el uso de CBP Home permite reducir hasta en un 70 % los costos de deportación, que actualmente rondan los 17,121 dólares por persona.
“Les vamos a dar algo de dinero y un boleto de avión. Y si son buenos, si queremos que regresen, vamos a trabajar para que puedan volver lo más rápido posible, pero por la vía legal”, dijo Trump durante un evento en la Casa Blanca.
Los migrantes que se inscriban en el programa también serán eliminados de las listas prioritarias de detención y deportación de ICE, siempre que demuestren estar gestionando activamente su salida.
¿Cómo funciona el proceso?
El proceso debe completarse a través de la aplicación CBP Home, disponible para dispositivos móviles. Una vez registrada la intención de salida, el migrante puede reservar un vuelo hacia su país de origen y acceder al estipendio económico al confirmar su llegada desde la propia app.
Además del pago de 1,000 dólares, el gobierno también cubrirá el costo del pasaje aéreo, según confirmaron voceros del DHS. La aplicación, lanzada oficialmente en marzo pasado, permite realizar el trámite sin necesidad de acudir a una oficina migratoria o someterse a procesos judiciales.
Desde su lanzamiento, al menos 2,500 personas ya se habían registrado en CBP Home a comienzos de abril, y un número creciente ha iniciado su retorno voluntario, según datos oficiales.
Consecuencias para quienes no se acojan
La administración Trump ha dejado claro que aquellos que no se acojan a esta alternativa voluntaria enfrentan consecuencias más duras: detención, deportación forzosa, multas de hasta 998 dólares por día e incluso la confiscación de bienes si se incumplen los plazos para abandonar el país.
"Esta es su oportunidad de irse por su cuenta, en sus propios términos", publicó ICE en un mensaje reciente en la red social X. "Despídase de sus seres queridos y, si cumple, podría volver legalmente más adelante", añadieron.
Críticas desde organizaciones de derechos humanos
No obstante, la medida ha generado críticas. Organizaciones de defensa de migrantes han cuestionado la ambigüedad del criterio de “buenas personas” que usaría el gobierno para permitir reingresos futuros.
Además, señalan que muchos migrantes enfrentan situaciones críticas en sus países de origen —pobreza extrema, violencia o persecución política— y que un pago de 1,000 dólares no cambia esa realidad.
"Este tipo de programas solo trasladan el problema sin abordar las causas estructurales de la migración", denunció un vocero de la organización Human Rights Watch.
Un nuevo capítulo en la política migratoria de Trump
La propuesta llega tras los primeros 100 días del segundo mandato de Trump, marcados por un endurecimiento de la política migratoria y la presión de sectores conservadores por cifras más altas de expulsión.
Aunque ICE asegura haber deportado a más de 65,000 personas en este período, las cifras no superan significativamente los niveles bajo la administración anterior. Ante esto, el gobierno impulsa la autodeportación como una estrategia más eficiente y menos conflictiva, que busca proyectar control sin necesidad de operativos masivos.
La efectividad de esta medida dependerá en gran parte de su implementación y de si logra ser percibida por los migrantes como una vía realista y segura para regresar a sus países con dignidad.
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