A solo días de anunciarse las nuevas tarifas de ETECSA y la restricción del uso del peso cubano (CUP) para servicios móviles, ya empieza a emerger un mercado informal que comercializa el saldo en divisas como un bien de cambio.
En redes sociales circulan capturas de pantalla de conversaciones donde se ofrece un paquete de 360 pesos de saldo —que solo puede obtenerse mediante recarga internacional— por la suma de 1,000 pesos cubanos.

El fenómeno no ha tardado en generar indignación entre los usuarios, quienes consideran que la estatal Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) ha puesto en bandeja de plata una nueva oportunidad de negocio informal, mientras restringe el acceso legítimo y en moneda nacional a un servicio básico.
“El saldo internacional ya se vende en redes sociales. 360 pesos por unos módicos 1,000 CUP. Y todavía intentan explicar esto al pueblo”, denunció en Facebook el abogado cubano Manuel Viera. “Para ejercer tu derecho a la información y la comunicación a través de una empresa que supuestamente es del pueblo, tendremos que admitir que nos extorsionen, que nos roben una vez más”.
Desde el 30 de mayo, ETECSA eliminó la posibilidad de usar CUP para pagar datos móviles, mensajes y llamadas, una medida que ha sido percibida por amplios sectores de la población como una “dolarización encubierta” del servicio.
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Al limitar las recargas en pesos cubanos (CUP) a un máximo de 360 en un período de 30 días, lo empresa estatal obliga a contratar paquetes de datos más grandes en dólares estadounidenses (USD) o a costos excesivos en CUP. La medida ha generado críticas por la exclusión de quienes no tienen acceso a divisas extranjeras.
Los cubanos que no tienen acceso a dólares ni pueden costearse unos 3GB extra por más de 3,000 CUP solo pueden adquirir un paquete de 6 GB por 360 CUP mensuales, lo que es insuficiente para las necesidades diarias de internet. Esto profundiza la desigualdad y limita la conectividad para una gran parte de la población.
Ahora, para mantenerse conectados, los cubanos necesitan recibir recargas internacionales en USD, EUR o MLC, o comprar saldo de forma indirecta en el mercado informal.
“El impacto ha sido inmediato”, apuntó un usuario en Facebook. “No solo limitan el acceso, sino que empujan a la gente a buscar alternativas ilegales o desventajosas. ¿A quién beneficia esta medida?”.
ETECSA, por su parte, ha intentado justificar el tarifazo alegando que el peso cubano “no tiene mercado”, según palabras recientes de su presidenta Tania Velázquez Rodríguez, quien comparecerá nuevamente este domingo en televisión para explicar la polémica medida.
La directiva, que estuvo el viernes en la Mesa Redonda, afirmó que “existe un mercado fuera de Cuba que quiere comunicarse con sus familiares” y que las nuevas ofertas buscan responder también a ese segmento de clientes.
Sin embargo, las explicaciones no convencen a la mayoría de los usuarios, que ven cómo se encarece un servicio esencial y se profundiza la desigualdad en el acceso a la información.
Mientras tanto, el saldo digital —como si de una divisa se tratara— ya tiene precio en la calle: 360 pesos de ETECSA, a cambio de 1,000 CUP. Un ejemplo más de cómo la economía informal responde con rapidez a los desajustes del modelo estatal cubano, y de cómo la conectividad, en lugar de derecho, se ha convertido en privilegio.
En palabras del usuario identificado como Alex Umur, en este escenario, los cubanos suman una nueva necesidad al dictado del mercado negro. “A Juancito, su familia que está allá le hace una recarga, Juancito vende el saldo de esa recarga, tú le compras saldo a Juancito y te vas a poder seguir conectando. Ahora lo que hay que ver es a cuánto va a vender el saldo Juancito”, explicó el joven reflejando la desigualdad digital en el país.
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