La provincia de Camagüey atraviesa una de las etapas más graves de la actual crisis energética, con una situación tan inestable que las autoridades advirtieron que no se puede garantizar un horario fijo de apagones, si bien “se trata de cumplir con la rotación de nueve horas de afectaciones, por tres con electricidad”.
El Consejo Energético Ampliado anunció en su más reciente reunión que no se asumirá la protección de ningún circuito y que las instituciones y empresas deben realizar sus labores en el horario que dispongan de electricidad, “potenciando el teletrabajo”,
Esto último supone una abierta contradicción con las nuevas medidas impuestas por el monopolio de las telecomunicaciones ETECSA, las cuales limitan el acceso a internet para la mayoría de los cubanos y les exige que, una vez se agote el exiguo paquete permitido para navegar, las recargas dependan de planes a costos prohibitivos en CUP o en moneda extranjera, mientras que la mayoría de la población sobrevive en pesos cubanos.
De acuerdo con la información compartida por el periódico oficial Adelante, las nuevas medidas en Camagüey van más allá: con apoyo de las organizaciones de masas se realizarán visitas masivas a más de 27,000 hogares sin consumo registrado, además de 627 negocios privados y 1,915 entidades estatales.
También serán objeto de inspección aquellos que muestran consumos altos o sospechosos, con análisis cruzado de las facturas eléctricas para detectar posibles fraudes.
El castigo será claro: corte del servicio a todo aquel -sea estatal o no estatal- que se pase de su plan asignado. La duración de esos cortes la decidirá cada Consejo Energético Municipal.
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De acuerdo con la fuente, el gobernador de Camagüey, Jorge Sutil Sarabia, insistió en que “la energía eléctrica es un recurso del Estado cubano que es subsidiado para la población”.
“A pesar de adquirir el combustible necesario en dólares, las tarifas se mantienen en moneda nacional. Por tanto, no podemos tener incumplimientos de los planes de cada empresa estatal o privada”, subrayó Sutil, quien obvió que la ciudadanía no recibe sus ingresos en divisas extranjeras y no mencionó tampoco la responsabilidad del gobierno en el deterioro de la red de termoeléctricas y su mantenimiento.
En marzo de 2024 entró en vigor un aumento del 25 % del precio del kW/h para altos consumidores, es decir, para quienes gastan mensualmente por encima de los 500 kW/h, y el gobierno justificó la decisión como una medida “destinada al ahorro”.
El incremento de la tarifa eléctrica a “grandes consumidores” se inscribió en el contexto del polémico paquete de medidas económicas anunciado por el régimen cubano para “corregir distorsiones y reimpulsar la economía”, y que incluyó subidas de los precios de los combustibles, el agua y el gas, entre otros. Estos aumentos terminaron repercutiendo en los precios de servicios y bienes, incluidos muchos de primera necesidad para los cubanos.
La crisis energética en Cuba se agrava y sumerge a la población en nuevas jornadas de apagones prolongados. La precariedad energética no solo limita la calidad de vida, sino que afecta gravemente el desempeño de hospitales, centros educativos, comercios y cualquier actividad económica.
Ante la falta de soluciones efectivas, y con el verano en puerta, se prevé que la crisis eléctrica empeore, provocando nuevos focos de malestar social y posibles protestas, como las ocurridas recientemente en varios puntos del país.
La unidad número 3 de la termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, en Cienfuegos, continúa fuera de servicio tras una avería registrada el miércoles, apenas semanas después de haber sido sincronizada al sistema nacional. Dicho bloque garantiza, en lo fundamental, la regulación de frecuencia para las regiones occidental y oriental.
El gobernante Miguel Díaz-Canel volvió a evadir la autocrítica sobre la crisis energética que azota a Cuba, al justificar los apagones con un aumento en el consumo eléctrico y señalar que las estrategias del gobierno han sido “correctas”, aunque no se vean sus efectos por causas externas, como la falta de combustible.
Preguntas frecuentes sobre la crisis energética en Camagüey y Cuba
¿Cuál es la situación energética actual en la provincia de Camagüey?
Camagüey atraviesa una de las etapas más críticas de la crisis energética, con apagones prolongados y falta de una rotación organizada del suministro eléctrico. La población enfrenta agobiantes cortes de luz, afectando gravemente la calidad de vida y el funcionamiento de instituciones esenciales como hospitales y comercios.
¿Qué medidas ha tomado el gobierno de Cuba para abordar la crisis energética?
Las autoridades han implementado medidas como el incremento de tarifas eléctricas para altos consumidores y la inspección de hogares y negocios para detectar consumos irregulares. Sin embargo, estas acciones no han logrado mitigar el impacto de los apagones, y no se han presentado soluciones efectivas para resolver la crisis energética de manera integral.
¿Cómo afecta la crisis energética al día a día de los ciudadanos cubanos?
La crisis energética limita severamente la calidad de vida de los cubanos. Los apagones prolongados causan la pérdida de alimentos por falta de refrigeración, dificultades para cocinar y descansar, y afectan la salud al incrementar la proliferación de mosquitos y enfermedades. Además, la incertidumbre sobre el suministro eléctrico genera estrés y desesperación en la población.
¿Cuál ha sido la respuesta del gobierno ante las críticas por la crisis energética?
El gobierno cubano, encabezado por Miguel Díaz-Canel, ha justificado los apagones en el aumento del consumo eléctrico y ha señalado que las estrategias gubernamentales son correctas, aunque no se vean sus efectos. Sin embargo, no ha asumido responsabilidad por el deterioro de la infraestructura eléctrica ni ha propuesto soluciones concretas para aliviar la situación actual.
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