Una estudiante de Medicina alzó su voz este jueves en La Habana para cuestionar con firmeza a la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), tras la reciente imposición de restricciones a las recargas nacionales y el aumento de la dolarización en sus servicios.
Las palabras de la joven, compartidas en redes sociales y que se han viralizado rápidamente, reflejan el creciente malestar de muchos cubanos ante las políticas de la compañía estatal.
“Con el respeto que amerita la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, fundada el 1 de diciembre de 1994, le recuerdo que su función era modernizar y expandir el servicio de telecomunicaciones en el país”, comenzó la estudiante, antes de lanzar una serie de críticas directas hacia la gestión de ETECSA, señalando las altas tarifas y la limitada accesibilidad para la mayoría de los cubanos.
La joven no solo cuestionó la calidad del servicio, sino también el uso que se ha dado a los ingresos millonarios obtenidos por la empresa a lo largo de los años. En un fragmento que ha captado gran atención, preguntó:
“¿A dónde fue destinado todo el dinero recaudado todo este tiempo y por qué el pueblo tiene que hacerse responsable de su mal manejo, de su mala administración y de su mala inversión?”
Con tono firme y lenguaje claro, denunció el impacto social de las nuevas restricciones que limitan las recargas desde territorio nacional, dejando a miles de familias sin una vía accesible para comunicarse, mientras que las opciones en divisas se presentan como únicas alternativas viables.
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La estudiante también señaló que medidas como ofrecer wifi gratuito en escuelas o liberar el acceso a aulas virtuales no representan soluciones reales a un problema estructural, y reclamó la falta de visión de ETECSA al no haber priorizado estas acciones desde la entrada de internet a la isla.
“Poner wifi en las escuelas de manera gratuita o que el aula virtual sea gratuita no es la solución”, afirmó.
“Hoy no solamente soy FEU, soy cada anciano al que su chequera no le alcanza para sus necesidades básicas -imagínese para estos precios-, soy ese familiar que tiene como única vía de comunicación una videollamada, soy este estudiante que sabe cuántas puertas abre internet. Somos un país que atraviesa disímiles dificultades, y por favor, que esta no sea una más”, expresó en otro de los pasajes de su intervención.
Sus palabras pusieron de manifiesto una realidad compartida por muchos jóvenes cubanos, que ven en la conectividad no solo un derecho, sino una herramienta vital para su desarrollo personal y profesional.
Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar.
Muchos cubanos apoyaron de manera pública la intervención de la joven, reconociendo el valor de su mensaje y la ausencia de este tipo de cuestionamientos en los medios oficiales.
“Contundentes y precisas las preguntas hechas por la alumna, mis respetos. Esas preguntas debió hacerlas la prensa cubana y no las hizo”, escribió un internauta.
“¿Por qué, por qué? Así se habla. Ustedes piensan que los jóvenes no piensan. Así se habla”, añadió otra comentarista en una muestra de respaldo y admiración.
La respuesta oficial: Más represión que soluciones
El paro académico, iniciado el 4 de junio, se ha extendido a universidades de todo el país, con epicentro en la Universidad de La Habana. Frente al creciente movimiento estudiantil, el gobierno ha optado por cerrar filas.
Durante su podcast semanal "Desde la Presidencia", Miguel Díaz-Canel, acompañado por la directora de ETECSA, Tania Velázquez, dejó claro que no habrá marcha atrás en el alza de tarifas.
Según Díaz-Canel, suspender las medidas equivaldría a “renunciar a ingresos para mantener el servicio”, y advirtió que el país podría enfrentar un “colapso tecnológico” si no se implementan decisiones impopulares.
“Cuando ocurra un colapso tecnológico, también entonces se nos estaría exigiendo”, aseveró.
Tania Velázquez detalló el alcance de ese hipotético colapso: la imposibilidad de hacer llamadas, enviar mensajes o acceder a centros de trabajo y estudio.
El gobierno mantiene su postura inflexible, repitiendo que se necesita “retroceder un poco para acumular lo que nos hace falta”.
Un movimiento que no se detiene
A pesar de los intentos del régimen de negar desacreditar el paro académico -acusando a los estudiantes de ser manipulados desde el exterior- el movimiento estudiantil continúa articulando demandas claras: tarifas justas, acceso equitativo a internet y la renuncia del presidente de la FEU, Ricardo Rodríguez González, a quien señalan por defender los intereses del gobierno y no del alumnado.
“ETECSA es una compañía del Estado socialista” y "está obrando contra el pueblo”, advirtió otro de los muchos estudiantes que en los últimos días ha levantado su voz en aras de construir una universidad más justa y una sociedad más transparente.
Frente a la censura, la apatía y el miedo, los estudiantes cubanos están demostrando que no quieren seguir siendo ser espectadores del deterioro, sino protagonistas del cambio.
Su lucha no solo interpela a ETECSA o a las autoridades universitarias, sino a todo un país que ha aprendido a resistir en silencio y que hoy comienza, poco a poco, a hablar en voz alta.
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