En medio del recrudecimiento del conflicto entre Israel e Irán, la prensa oficialista cubana ha desplegado una cobertura marcadamente parcializada, en la que omite los avances tácticos y militares de Israel y, en cambio, ensalza una narrativa de "victorias" iraníes basada en fuentes alineadas con Teherán como Al Mayadeen y TeleSur.
Esta estrategia mediática no solo responde a intereses ideológicos, sino también a una alianza estratégica entre los regímenes de Irán y Cuba, que comparten posturas autoritarias, prácticas de censura interna y alianzas con potencias como Rusia y China, y satélites como Venezuela o el derrotado régimen de Bashar Al-Assad en Siria.
Desinformación como arma de propaganda
En plataformas como Facebook, el periodista oficialista cubano Lázaro Manuel Alonso ha compartido de forma sistemática mensajes triunfalistas de origen iraní y proiraní.
Entre sus publicaciones recientes, destacan frases como: "Irán lanzó drones y un misil indetectable que esquivaron las defensas antiaéreas de Israel" o que “la antiaérea sionista no logra derribar los misiles iraníes”.

También se difundieron supuestos éxitos como la “novena oleada de la operación Promesa Veraz 3” y la afirmación de que los misiles iraníes “impactaron sistemas de mando y control de Israel”, causando caos interno.
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Estas afirmaciones, sin verificación independiente, son reproducidas por medios afines como TeleSur y Al Mayadeen TV Español, y han servido de plataforma para difundir la narrativa de una supuesta debilidad israelí frente a la ofensiva iraní.
En el mismo tono, medios como el Noticiero Nacional de Televisión (NTV) en Cuba han acusado a Tel Aviv de "masacres", sin distinguir entre objetivos militares y civiles, lo que contradice los ataques de precisión quirúrgica de la aviación y los misiles iraníes, con apenas impacto en la población, en contraste con los lanzamientos indiscriminados de Irán sobre asentamientos civiles en Israel.
Quizás por ello, durante su visita a La Habana en noviembre de 2024, el ministro de Comunicación y Tecnología de la Información de Irán, Dr. Seyed Sattar Hashemi aseguró sentirse “como en mi propia casa”.
En un encuentro sostenido con el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, el funcionario trasladó un mensaje de solidaridad y hermandad del presidente iraní, Masoud Pezeshkian, hacia el régimen cubano.
Lejos de ser casual, esta familiaridad se sustenta en una afinidad ideológica profunda y en una colaboración política que ha crecido frente a las condenas de la comunidad internacional, así como por el mutuo rechazo a los valores democráticos y afinidad por el control autoritario.
La alianza estratégica entre Cuba e Irán
Esta manipulación informativa no ocurre en el vacío. Cuba e Irán han fortalecido su relación bilateral en los últimos años, especialmente tras la visita del fallecido presidente iraní Ebrahim Raisí a La Habana en 2023.
Durante ese encuentro se firmaron acuerdos de cooperación en ciencia, tecnología, salud y defensa cibernética. Ambos gobiernos se alinean en foros internacionales contra lo que llaman "imperialismo" y defienden mutuamente sus agendas autoritarias.
La intervención del embajador cubano en Ginebra, Rodolfo Benítez Verson, durante la reciente Conferencia de Desarme de la ONU, es un claro reflejo de esta postura: acusó a Israel de actuar “con impunidad” y defendió el derecho de Irán al “uso pacífico de la energía nuclear”, sin mencionar el historial de incumplimientos del régimen persa ante el OIEA.
La omisión sistemática de los hechos y la inversión de responsabilidades en el conflicto demuestran cómo el régimen cubano actúa como altavoz internacional del régimen de los ayatolás.
El contexto real del conflicto: Lo que la prensa oficialista no cuenta
Contrario a lo que difunden los medios cubanos y proiraníes, la realidad en el terreno ha sido mucho más favorable a Israel.
Desde el 13 de junio de 2025, Israel ha ejecutado una ofensiva sin precedentes contra Irán, bajo la operación denominada “León Naciente”. Según afirman fuentes militares israelíes, han conseguido eliminar un tercio de los misiles iraníes, desactivar el grueso de su defensa aérea y anti-aérea, y conseguir el control de su espacio aéreo.
De acuerdo con reportes de medios internacionales como CBS, The Guardian, AP News y The Washington Post, Israel ha destruido al menos cuatro instalaciones clave del programa nuclear iraní en Natanz, Arak y Fordow, inutilizado varios sistemas de defensa aérea y eliminado a figuras de alto nivel del aparato militar iraní, como el jefe del Estado Mayor Mohammad Bagheri y el comandante Hossein Salami.
La ofensiva ha incluido el despliegue de más de 200 aeronaves, entre ellas cazas F‑35I Adir, misiles tierra-tierra Jericho III, así como ataques cibernéticos coordinados que paralizaron redes eléctricas vinculadas a sitios de desarrollo nuclear. Según Reuters y The Guardian, Israel logró penetrar el sistema de defensa antimisiles Bavar‑373, considerado el equivalente iraní al S‑300 ruso.
Los ataques israelíes también provocaron la evacuación parcial de instalaciones gubernamentales en Teherán y Tabriz, mientras que las fuerzas iraníes no han logrado recuperar la iniciativa militar ni presentar pruebas verificables de haber destruido objetivos israelíes estratégicos.
Incluso la televisión estatal iraní sufrió un ataque directo que fue grabado en vivo durante una transmisión, demostrando la capacidad de Israel para golpear en el corazón del aparato propagandístico de Teherán.
La desconexión entre propaganda y hechos
Mientras medios internacionales muestran imágenes satelitales de las destrucciones en Irán y recogen reacciones de líderes globales, en Cuba la prensa oficial insiste en glorificar la supuesta resistencia iraní.
Tal disonancia informativa tiene un objetivo claro: sostener la imagen de que los aliados del régimen cubano no son vulnerables, cuando en realidad están sufriendo derrotas militares de gran magnitud.
Las publicaciones de Alonso, quien ha dirigido el Noticiero del Mediodía, y la narrativa del NTV eluden cualquier referencia a las pérdidas militares, científicas o simbólicas que está sufriendo Irán, y se limitan a repetir partes militares iraníes que no han sido verificados ni contrastados.
El riesgo es doble: no solo se desinforma a la población cubana, sino que se refuerza la visión de que la crítica a estos gobiernos solo proviene del “enemigo exterior”, justificando así la represión interna.
Un llamado al periodismo plural
El conflicto entre Irán e Israel no es solo una guerra militar, sino también una batalla por la verdad. Y en este campo, los cubanos están siendo desinformados de forma deliberada.
Los vínculos ideológicos y estratégicos entre La Habana, Teherán y Moscú, junto con la alianza con el chavismo venezolano que también difunde mensajes de Al Mayadeen e HispanTV, explican este sesgo.
Frente a este panorama, resulta más necesario que nunca un periodismo que contraste versiones, que busque la verdad más allá de las consignas y que otorgue a los cubanos la posibilidad de formar opiniones basadas en hechos verificables y no en propaganda.
La guerra en Oriente Medio tiene consecuencias globales. Y el papel de los medios en Cuba —por acción o por omisión— contribuye a mantener al país anclado en una visión manipulada del mundo.
CiberCuba, como medio independiente, reafirma su compromiso con la verdad, con la pluralidad de voces y con el derecho de los ciudadanos cubanos a estar informados de forma completa y responsable.
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