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El activista animalista cubano Javier Larrea desmintió este lunes los rumores sobre su supuesta muerte, difundidos en varias páginas y perfiles de redes sociales.
A través de una publicación en su cuenta de Facebook, Larrea acusó directamente a lo que calificó como “una campaña sistemática de difamación” en su contra.
“Me encuentro con mil llamadas de amigos en el teléfono, un mensaje de Mario Pentón y muchos periodistas más, que son serios y antes de emitir una noticia como mi muerte confirman”, escribió Larrea, visiblemente indignado.
CiberCuba pudo confirmar que, desde inicios de junio, comenzó a circular un supuesto comunicado que anunciaba falsamente el fallecimiento de Larrea y contenía detalles inventados sobre su vida personal, atribuyéndole un suicidio, supuestas traiciones sentimentales y vínculos con el régimen. Ese texto fue recibido por esta redacción y desechado por carecer de veracidad comprobable.
En el pasado, también sus redes sociales fueron objetos de intentos de hackeo, según denunció el propio activista.
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Larrea aseguró que este tipo de manipulaciones no es casual, sino que ocurre tras sus denuncias públicas más recientes, lo que atribuye a intentos deliberados de desacreditarlo.
Residente en España, el activista alertó que este episodio no es un hecho aislado, y recordó que ya medios como Diario de Cuba y Periódico Cubano habían advertido sobre intentos previos de perjudicarlo a través de redes sociales.
“Ya me quitaron a BAC por presiones, difamaron que si había robado, contribuyeron a que perdiera a mi pareja… utilizaron teléfonos y perfiles haciéndose pasar por mí”, denunció.
Larrea, quien se graduó de derecho y ha ganado notoriedad por su labor a favor de los derechos de los animales y su activismo social, aseguró estar cansado de tener que salir constantemente a desmentir falsedades.
"Estoy agotado de estar siempre dando explicaciones porque dos o tres no se cansan de joder", escribió.
Finalizó su mensaje con una declaración tajante: “No, no estoy muerto. Estoy más vivo que nunca”, al tiempo que pidió respeto para su familia, amistades y comunidad.
Reiteró su fe en que quienes alimentan este tipo de prácticas “tendrán un día que pagar todo el daño que han hecho al pueblo cubano”.
En 2021, el joven advirtió que no se detendría en su lucha por la protección a los animales en el país, a pesar del envenenamiento a sus perros, que él mismo denunció desconsolado en una trasmisión vía Facebook.
Preguntas frecuentes sobre la campaña de difamación contra Javier Larrea y el activismo animalista en Cuba
¿Qué ha denunciado Javier Larrea sobre su supuesta muerte?
Javier Larrea, activista animalista cubano, ha denunciado una campaña de difamación en redes sociales que afirmaba falsamente su muerte. Aseguró que no está muerto y que estas manipulaciones son intentos deliberados de desacreditarlo debido a sus recientes denuncias públicas. Residente en España, Larrea expresó su indignación por tener que desmentir constantemente falsedades.
¿Cuál es el contexto de las campañas de difamación en Cuba?
Las campañas de difamación son frecuentes en Cuba, especialmente contra activistas y opositores al régimen. Estos ataques buscan desacreditar a quienes denuncian la falta de libertades y derechos en la isla. La activista Amelia Calzadilla también ha sido víctima de estas prácticas, sugiriendo que podrían estar orquestadas por la Seguridad del Estado.
¿Qué problemas enfrenta el activismo animalista en Cuba?
El activismo animalista en Cuba enfrenta serios desafíos, incluyendo la inacción institucional ante casos de crueldad animal. Activistas han denunciado la falta de respuesta efectiva de las autoridades y la impunidad con la que operan los abusadores de animales. Casos recientes en Cienfuegos y Holguín han generado indignación y llamados a reformar las leyes de bienestar animal.
¿Cómo reacciona la comunidad ante la desinformación en redes sociales?
La comunidad animalista y otros sectores en Cuba reaccionan con preocupación y rechazo ante la desinformación en redes sociales. Es común que activistas y figuras públicas desmientan rumores falsos difundidos para desacreditarlos. Estos actos de desinformación no solo afectan la imagen de las personas, sino que también generan miedo y desconfianza en la sociedad.
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