Sandro Castro, nieto del fallecido dictador Fidel Castro, volvió a generar polémica este martes al publicar un video en su cuenta de Instagram, grabado durante un apagón, en el que mezcló burlas al discurso oficialista, chistes de mal gusto y su habitual tono irreverente.
“Hummm… escuchando voces en el apagón. ¿Qué le dice el apagón al otro apagón? ¡Somos continuidad!”, dijo Castro mientras sostenía una lata de cerveza Cristal. La frase hace alusión directa al eslogan impuesto por el régimen cubano, “somos continuidad”, utilizado por el gobernante Miguel Díaz-Canel como símbolo de lealtad al legado de los hermanos Castro.
En el video, Sandro bromeó también con haber tomado más de diez cervezas y agregó: “de momento te puedo hablar en árabe porque ya me he tomado más de 10, créeme. ¿Sabes cómo se dice sexo oral en Arabia? Baja a mamá mela”. Finalmente, cerró el clip diciendo: “Lo mejor que hacemos es esperar a mañana miércoles, que son las carteleras del Vampirach”.
La publicación fue difundida mientras gran parte del país sufría prolongados cortes eléctricos, incluida la capital, que habitualmente sufre menos cortes en el servicio. En ese contexto, el comentario sobre los apagones fue interpretado como una nueva indirecta contra Díaz-Canel.
Anteriormente, en otra de sus excéntricas publicaciones, el sobrino nieto de Raúl Castro le había dado un “me gusta” en redes a un comentario irónico sobre el gobernante designado por su tío abuelo, que lo llamaba “Sin Gach puesto a dedach”.
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No es la primera vez que Sandro Castro genera controversia durante una crisis energética. En diciembre pasado celebró su cumpleaños en el bar EFE de La Habana en plena jornada de apagones, y en otras ocasiones ha ironizado sobre el tema, como cuando apareció vestido de “Vampirach” o se burló de los cortes de electricidad en Europa mientras llevaba puesto un pulóver con la efigie de su abuelo.
Aunque no mencionó directamente al presidente cubano, el tono sarcástico y el uso de frases oficiales en un contexto festivo y despectivo han sido vistos por muchos como una burla dirigida al liderazgo del país y a su narrativa de resistencia frente a la crisis.
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