Bancarización fallida en Pinar del Río: el sistema traba más de lo que resuelve

En Pinar del Río, el proceso de bancarización se hunde entre apagones, cajeros vacíos, comercios que evaden el pago electrónico, así como trabajadores y jubilados con acceso irregular a su dinero. La tecnología no alcanza, la infraestructura no responde y las autoridades admiten que la política ha generado más problemas que soluciones.

Las colas para extraer dinero en Pinar del Río se han vuelto parte del paisaje urbano Foto © Guerrillero/Jaliosky Ajete

En Pinar del Río, la bancarización prometía facilitar la vida, pero se ha convertido en un obstáculo cotidiano para trabajadores, jubilados y cuentapropistas que se debaten entre cajeros desabastecidos, conexiones inestables y comercios que siguen exigiendo efectivo.

El resultado es un sistema que, más que modernizar, ha complicado el acceso al salario y al consumo básico.

Un extenso reportaje del periódico oficial Guerrillero reconoció que la escasa red de cajeros automáticos colapsa cada día ante largas colas que inundan portales y calles.

La infraestructura no da abasto: los bancos no reciben suficiente dinero para abastecer los cajeros con frecuencia, y las denominaciones pequeñas predominan, haciendo engorroso el retiro de sumas modestas. Ni el uso de cajas extras ni los horarios extendidos compensan la falta de liquidez.

En paralelo, los pagos digitales se enfrentan a un doble muro: la falta de cultura tecnológica en una población envejecida y la negativa de muchos comercios a aceptar transferencias.

Raydelín Martínez, un trabajador estatal, explicó al periódico que llevaba días haciendo cola para extraer sus 5,000 pesos de salario, al tiempo que se le hace difícil pagar a través de las pasarelas electrónicas.


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“Unas veces porque no hay corriente y, sin conexión, Enzona no abre; otras porque los comercios prefieren que uno pague al cash. El caso es que te dificultan la vida, como si no fuese suficiente con todo lo que se vive”, resumió Martínez.

Muchos usuarios dicen tener problemas para pagar montos superiores a 1,500 pesos en algunos comercios, algo que el propio banco desmiente.

La confusión persiste incluso entre quienes intentan cumplir las reglas. Clientes como Francisco Argudín, de 70 años, no logran distinguir si están pagando a una cuenta fiscal, lo que impide obtener beneficios. Otros, como Enrique González, enfrentan cobros dobles por pagar online y no reciben reembolsos, apenas la oferta de llevarse otro producto.

Los propios directivos del Banco Popular de Ahorro y de Bandec reconocen las limitaciones. Aseguran que “ni los códigos QR ni las cuentas bancarias fiscales tienen límite de ingreso. Ellos pueden recibir desde 10 pesos en el día hasta 10 millones y más”, pero admiten que la falta de corriente eléctrica y conexión de datos impide su uso normal.

De las más de 270 radiobases en la provincia, un 66 % no tiene respaldo energético: cuando se va la corriente, se apagan y todo el tráfico móvil queda suspendido.

Tampoco los comercios están alineados. Muchos trabajadores por cuenta propia, mipymes y cooperativas no agropecuarias insisten en cobrar en efectivo, con el argumento de que luego no pueden disponer de los fondos para gastos operativos.

La inspección detecta evasiones como uso de cuentas personales y ausencia de QR, ante los cual se pueden aplicar multas de 16,000 a 36,000 pesos para TCP y mipymes, y de 24,000 a 60,000 pesos en el caso de las cooperativas.

El Estado intenta mantener control con sanciones, pero las cifras muestran una realidad incómoda: apenas entre el 10 % y el 12 % de las 700,000 operaciones mensuales se hacen por vías digitales en Pinar del Río. La meta de un sistema más transparente y controlado tropieza con una cultura del efectivo que no desaparece por decreto.

Para los jubilados, el panorama es aún más crítico. Aunque los bancos aseguran garantizarles el pago en efectivo, las condiciones no siempre lo permiten. Se enfrentan a esperas interminables en cajeros o a comercios que no aceptan tarjetas, justo cuando más vulnerables están ante el cambio forzado.

La bancarización ha fallado en sus objetivos y “lejos de facilitar la vida de las personas, ha creado un problema más… el objetivo primario del proceso es que la población pueda hacer uso de determinadas bondades, pero, desafortunadamente, ha sido todo lo contrario”, admitió Calex Edilio González Chill, coordinador de programas y objetivos del Gobierno Provincial en Pinar del Río.

Mientras tanto, los cubanos siguen atrapados en un limbo financiero: su salario digitalizado no sirve en buena parte de los comercios; los bancos no tienen efectivo; y los negocios, lejos de facilitar la transición, la bloquean. El resultado es claro: después de un mes de trabajo, no todos pueden usar su dinero. Un modelo que debía empoderar, termina dejando a la gente con menos control y más frustración.

En abril pasado, la prensa oficialista en Matanzas también reconoció el fracaso de la bancarización en la occidental provincia, y se refirió a negocios que evitan el control fiscal, QR inservibles y falta de conectividad.

El gobierno cubano reconoció en abril de 2024 el fiasco que supuso el proceso de bancarización emprendido en agosto de 2023, al igual que la tasa de cambio oficial que estableció para las divisas como parte del “ordenamiento económico y monetario”.

La bancarización en Cuba ha sido un tema de constante debate y frustración para la población. La medida encontró una gran resistencia debido a la falta de infraestructura tecnológica y a la desconfianza en el sistema financiero estatal.

Los cubanos han reaccionado con indignación, señalando que la medida no solo limita su acceso al dinero en efectivo, sino que también complicaba el comercio y los servicios básicos. La falta de cajeros automáticos operativos, las largas colas en los bancos y la imposición de pagos electrónicos en un país con fallos constantes de conectividad fueron algunos de los problemas más denunciados.

Pese a las dificultades, en junio de 2024, el gobernante Miguel Díaz-Canel insistió en la bancarización de los mercados agropecuarios, una medida que generó aún más rechazo, especialmente entre los productores, quienes dependen del dinero en efectivo para sus transacciones diarias.

La propuesta buscaba digitalizar los pagos en la comercialización de alimentos, pero los campesinos advirtieron que el sistema bancario cubano no estaba preparado para gestionar las transacciones del sector agropecuario sin afectar la disponibilidad de productos en los mercados.

Para finales de 2024 y principios de 2025, la bancarización se convirtió en un factor clave de la crisis de liquidez en Cuba. En municipios como Jovellanos, los trabajadores enfrentaban restricciones para retirar sus salarios en efectivo, lo que generó largas colas y un profundo descontento.

En Santiago de Cuba, incluso se reportaron actos de vandalismo contra sucursales bancarias, reflejando la desesperación de una población que se veía obligada a lidiar con un sistema financiero colapsado.

A pesar de los intentos del gobierno por presentar la bancarización como una solución económica, la realidad en las calles mostró un panorama de incertidumbre y malestar. El fracaso del programa no solo afectó el día a día de los cubanos, sino que también tuvo un impacto en la tasa de cambio, encareciendo el acceso a divisas y profundizando la crisis económica en la isla.

Preguntas Frecuentes sobre la Bancarización en Pinar del Río y la Crisis de Servicios

¿Por qué ha fracasado la bancarización en Pinar del Río?

La bancarización ha fracasado en Pinar del Río debido a la falta de infraestructura, lo que incluye una red insuficiente de cajeros automáticos que colapsan por largas colas, falta de efectivo para abastecerlos y dificultades en el uso de pagos digitales por la escasa cultura tecnológica y la negativa de comercios a aceptar transferencias. Estos problemas han complicado el acceso al salario y al consumo básico, generando frustración en la población.

¿Qué problemas enfrentan los jubilados con el sistema bancarizado en Cuba?

Los jubilados enfrentan largas esperas en cajeros automáticos y bancos, donde a menudo no pueden recibir sus pensiones completas debido a la falta de efectivo. Además, algunos comercios no aceptan tarjetas, lo que aumenta la vulnerabilidad de este grupo ante un sistema que debía facilitar su vida, pero que ha resultado ser un obstáculo más.

¿Cuál es la situación actual de los servicios de telecomunicaciones en Pinar del Río?

La telefonía fija en Pinar del Río ha sufrido interrupciones significativas, afectando a más de 60,000 clientes debido a fallos en la central telefónica. Aunque ETECSA ha restablecido parcialmente el servicio, la falta de transparencia y las tarifas elevadas han generado un fuerte descontento entre los usuarios, quienes dependen de un monopolio sin competencia.

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Este artículo ha sido generado o editado con la ayuda de inteligencia artificial. Ha sido revisado por un periodista antes de su publicación.




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