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El nuevo ajuste previsto por el costo de vida de la Seguridad Social (COLA) para 2026 subió hasta el 2,7 %, ligeramente por encima de la previsión anterior del 2,4 %, que habría sido el menor incremento desde 2021.
De acuerdo con los medios de prensa estadounidenses, aunque este modesto aumento es una buena noticia para las personas mayores que dependen de los pagos de la Seguridad Social, seguirá estando muy por debajo de lo que muchos necesitan para hacer frente a sus gastos.
Para los millones de adultos mayores que viven con ingresos fijos, incluso un pequeño cambio en las expectativas de la Seguridad Social puede tener grandes consecuencias, especialmente dado que los costos de la vivienda siguen aumentando.
La Liga de Ciudadanos Mayores advierte que desde 2010 los beneficiarios han perdido más de un 20 % de su capacidad de compra.
Esto se debe a que el cálculo se basa en el Índice de Precios al Consumidor para Asalariados Urbanos y Empleados Administrativos (IPC-W), que refleja los gastos de trabajadores en activo y no los patrones de consumo de los jubilados.
Los mayores incrementos en el costo de la vida afectan especialmente a este grupo. Solo en el primer semestre de 2025, la vivienda aumentó un 3,9 % y los costos de atención sanitaria un 2,8 %, cifras que superan el 2,5 % de incremento registrado por el IPC-W.
Esta diferencia explica por qué el alza proyectada para 2026 será insuficiente.
El problema se ha visto agravado por la falta de precisión en los datos, derivada de la congelación de contrataciones en agencias federales durante la administración Trump, lo que impactó la calidad de las estadísticas.
Algunos legisladores han propuesto reemplazar el IPC-W por un índice que refleje mejor los gastos reales de los jubilados, con énfasis en vivienda y salud, pero hasta ahora no se ha concretado una reforma.
Mientras tanto, muchos mayores siguen dependiendo de subsidios, ayudas estatales o sus propios ahorros para cubrir necesidades básicas.
La pasada semana, la administración Trump anunció que se prepara para un cambio normativo que recortaría o eliminaría el Ingreso Suplementario de Seguridad (SSI) a casi 400,000 personas en Estados Unidos.
Los afectados serán, sobre todo, adultos mayores de bajos ingresos, personas con discapacidad grave -incluidos niños- y personas ciegas, que dependen de ese pago mensual para cubrir lo más esencial: alquiler, comida, ropa o medicinas.
En un estado como Florida, donde el precio medio de un alquiler supera los ingresos de muchos beneficiarios, esa medida podría significar tener que elegir entre pagar el techo, la comida o las medicinas.
Preguntas frecuentes sobre el aumento del costo de vida y el impacto en los jubilados en EE.UU.
¿Por qué el aumento del COLA no es suficiente para los jubilados?
El aumento del COLA del 2,7 % para 2026 sigue siendo insuficiente porque no cubre los incrementos en los costos de vivienda y atención sanitaria que superan este porcentaje. Esto significa que, a pesar del aumento, el poder adquisitivo de los jubilados continuará disminuyendo.
¿Cómo afecta el IPC-W a los jubilados?
El Índice de Precios al Consumidor para Asalariados Urbanos y Empleados Administrativos (IPC-W) no refleja adecuadamente los gastos de los jubilados, ya que está basado en los patrones de consumo de los trabajadores en activo. Esto provoca que los ajustes del COLA no se alineen con las necesidades reales de los jubilados, quienes enfrentan mayores incrementos en vivienda y salud.
¿Qué consecuencias tendrán los recortes del SSI en los adultos mayores?
Los recortes del Ingreso Suplementario de Seguridad (SSI) afectarán principalmente a adultos mayores de bajos ingresos, personas con discapacidad grave y personas ciegas. Esto podría obligarlos a elegir entre necesidades básicas como el alquiler, la comida o las medicinas, especialmente en estados con altos costos de vida como Florida.
¿Qué medidas se proponen para mejorar la situación de los jubilados?
Algunos legisladores han sugerido reemplazar el IPC-W por un índice más representativo de los gastos de los jubilados, con mayor énfasis en vivienda y salud. Sin embargo, hasta ahora no se ha concretado ninguna reforma significativa que aborde estas necesidades.
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