Cuba registra un aumento alarmante de delitos en 2025

El Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana reportó 1,319 delitos entre enero y junio de 2025, casi cinco veces más que en 2023, con robos, asesinatos, feminicidios y tráfico de drogas en alza.

Policía cubana (Imagen de referencia) © CiberCuba
Policía cubana (Imagen de referencia) Foto © CiberCuba

Vídeos relacionados:

El régimen cubano insiste en que la criminalidad va en descenso, pero las cifras lo contradicen. Así lo confirmó el primer ministro Manuel Marrero Cruz, el pasado 31 de julio durante una reunión del Grupo para la Prevención y Enfrentamiento al Delito, donde aseguró que “la tendencia es a la baja, pero los indicadores siguen siendo elevados”

Sin embargo, el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC) reportó 1,319 delitos verificados entre enero y junio de 2025, casi cinco veces más que en igual periodo de 2023 y más que en todo 2024, lo que equivale a 7,3 crímenes diarios, un récord histórico que refleja la escalada delictiva y la diversificación de tipologías criminales en la isla

Entre los principales resultados destacan 721 robos, incluyendo 193 de hurto y sacrificio de ganado que confirman la relación directa entre la crisis alimentaria y la criminalidad, además se documentaron 63 asesinatos con víctimas que incluyen mujeres, menores y ancianos, de los cuales 16 fueron feminicidios.

A esto se suman 99 casos de asaltos y agresiones con mayor incidencia en La Habana, Matanzas y Santiago de Cuba, junto a 198 reportes de tráfico de drogas, más de la mitad concentrados en la capital, y que por primera vez se incorporan como categoría independiente debido al crecimiento notable de este fenómeno, y finalmente 238 delitos diversos entre vandalismo, portación ilegal de armas y contrabando

En total 1,588 personas participaron en estos crímenes, de las cuales el 90 por ciento eran hombres, mientras las víctimas abarcan a hombres, mujeres, niños y ancianos, lo que confirma un impacto transversal de la violencia

El informe señala como factores de riesgo la creciente disponibilidad de armas de fuego con al menos 35 casos documentados, la expansión del narcotráfico con tendencia a consolidarse en redes urbanas y los delitos contra la propiedad y el ganado que se incrementan a causa de la escasez de alimentos y el colapso económico


Lo más leído hoy:


El OCAC sostiene que la crisis de inseguridad en Cuba no puede separarse de la desconexión entre las prioridades del Ministerio del Interior y la realidad criminal.

La delincuencia común se expande mientras la policía concentra sus recursos en vigilar a la disidencia política y reprimir protestas ciudadanas, subordinada a los intereses de la élite militar empresarial de GAESA, lo que convierte a las fuerzas de seguridad en un brazo mafioso más que en un garante de la tranquilidad pública.

La reciente filtración de cuentas millonarias de GAESA en paraísos fiscales citada en el informe ilustra cómo la cúpula preserva sus privilegios mientras la ciudadanía queda atrapada en una doble inseguridad, la del delincuente común y la del propio aparato represivo

El panorama contradice las declaraciones de Marrero sobre una supuesta reducción de la criminalidad. Por el contrario, los datos muestran un deterioro acelerado de la seguridad ciudadana, con delitos cada vez más violentos y la expansión del narcotráfico.

A esto se suma la profundización de factores sociales y económicos que alimentan la criminalidad, en un contexto donde el Estado prioriza la represión política para su propia supervivencia y no la seguridad real del pueblo cubano.

El discurso oficial sobre la delincuencia en Cuba ha sido contradictorio y cambiante. A comienzos de 2024, el régimen llegó a negar públicamente que existiera un repunte en los delitos, pese a la creciente ola de robos y asesinatos reportados por la ciudadanía.

Sin embargo, apenas unos meses después, las propias autoridades tuvieron que admitir lo evidente: la violencia iba en ascenso e incluso con uso de armas de fuego.

En junio, el gobierno reconoció que los crímenes se incrementaban e incluían armamento ilegal, un hecho que marcó un giro en la narrativa oficial.

Poco después, Díaz-Canel reconoció personalmente no solo el crecimiento de la delincuencia, sino también de las adicciones, vinculando ambos fenómenos al deterioro social del país.

No obstante, el intento de maquillar la crisis regresó en octubre, cuando se aseguró que la delincuencia estaba decreciendo, en abierta contradicción con la percepción ciudadana y con los propios reportes de prensa independiente.

Finalmente, a finales de diciembre, el Ejecutivo tuvo que admitir que los niveles de criminalidad seguían siendo elevados, aunque intentó relativizar la magnitud del problema.

Preguntas frecuentes sobre el aumento de la criminalidad en Cuba en 2025

¿Cuál es la situación actual de la criminalidad en Cuba en 2025?

En 2025, la criminalidad en Cuba ha alcanzado niveles alarmantes. Según el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC), se registraron 1,319 delitos en los primeros seis meses del año, lo que representa casi cinco veces más que en el mismo periodo de 2023. Esto incluye un aumento significativo en robos, asesinatos y tráfico de drogas, reflejando un deterioro acelerado de la seguridad ciudadana en la isla.

¿Qué factores están impulsando el aumento de la criminalidad en Cuba?

El aumento de la criminalidad en Cuba está relacionado con varios factores, entre ellos, la crisis económica y la escasez de alimentos, que han llevado a un incremento en los delitos contra la propiedad y el ganado. Además, la expansión del narcotráfico y la creciente disponibilidad de armas de fuego contribuyen al panorama delictivo. La desconexión entre las prioridades del Ministerio del Interior y la realidad criminal también juega un papel crucial en esta problemática.

¿Cómo está afectando el aumento de la criminalidad a la población cubana?

La población cubana se ve afectada de manera transversal por el aumento de la criminalidad, con víctimas que incluyen hombres, mujeres, niños y ancianos. Las provincias de La Habana, Matanzas y Santiago de Cuba son las más afectadas, con un notable incremento en asaltos y agresiones. La percepción de inseguridad ha crecido, y el descontento ciudadano se refleja en las denuncias frecuentes en redes sociales y medios alternativos.

¿Cuál es la respuesta del gobierno cubano ante la escalada delictiva?

El gobierno cubano insiste en que hay una tendencia a la baja en los delitos, aunque admite que los indicadores siguen siendo elevados. Las fuerzas de seguridad parecen estar más enfocadas en reprimir la disidencia política que en combatir la delincuencia común. Además, se han implementado nuevas regulaciones sobre el control de armas, pero el impacto de estas medidas es cuestionable ante la realidad del aumento delictivo en la isla.

COMENTAR

Archivado en:

Redacción de CiberCuba

Equipo de periodistas comprometidos con informar sobre la actualidad cubana y temas de interés global. En CiberCuba trabajamos para ofrecer noticias veraces y análisis críticos.


Recibe las noticias de CiberCuba en WhatsApp: click aquí


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

+1 786 3965 689


Este artículo ha sido generado o editado con la ayuda de inteligencia artificial. Ha sido revisado por un periodista antes de su publicación.




Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada