El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, firmó este lunes una orden ejecutiva que instruye al Departamento de Justicia a investigar y procesar penalmente a quienes quemen o profanen la bandera estadounidense, un gesto que el mandatario califica como una amenaza directa al patriotismo y al orden público.
“Si quemas una bandera, tendrás un año de cárcel, sin salidas anticipadas ni excepciones”, afirmó Trump durante la firma del documento en el Despacho Oval, rodeado de asesores y miembros de su gabinete. Según dijo, este castigo busca frenar de inmediato los actos de profanación, al igual que ocurrió con su anterior orden que impuso diez años de cárcel por vandalismo a monumentos.
La medida, publicada oficialmente por la Casa Blanca, indica que se debe “restaurar el respeto, el orgullo y la santidad” de la bandera nacional y considera su quema como un acto de “desprecio y hostilidad” hacia Estados Unidos.
La iniciativa ya se había adelantado el lunes, cuando medios estadounidenses revelaron que Trump planeaba firmar una orden ejecutiva para endurecer las sanciones contra quienes profanen la bandera. Según esas publicaciones, la medida respondía a recientes protestas en las que se incendiaron banderas estadounidenses en actos contra Israel y las redadas migratorias de ICE.
¿Qué dice la orden ejecutiva?
Durante la firma, Trump aseguró: “Si quemas una bandera, tendrás un año de cárcel, sin salidas anticipadas ni excepciones”, y expresó su deseo de que el documento usara lenguaje legal que vincule la quema de bandera con la “incitación a disturbios”.
Sin embargo, según detalla la hoja informativa publicada por la Casa Blanca el 25 de agosto, la orden ejecutiva no establece una pena concreta, sino que instruye a la fiscal general, Pam Bondi, a investigar los casos de profanación de bandera y aplicar las leyes penales y civiles existentes cuando sea apropiado. También ordena remitir casos a autoridades estatales o locales y solicita que se explore judicialmente el alcance de la Primera Enmienda en estos actos.
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En el ámbito migratorio, la orden instruye a los secretarios de Estado y de Seguridad Nacional, así como a la fiscal general, a negar, prohibir, cancelar o revocar visas, permisos de residencia, procesos de naturalización y otros beneficios migratorios, o a buscar la expulsión de Estados Unidos, “siempre que se haya determinado adecuadamente que la profanación de la bandera por parte de ciudadanos extranjeros permite aplicar esos recursos conforme a la ley vigente”, tal como lo expresa literalmente el documento oficial.
La administración Trump justifica la acción como una respuesta a recientes protestas en las que manifestantes quemaron banderas estadounidenses, como ocurrió en junio en Los Ángeles durante manifestaciones contra las redadas del ICE, o en julio en Washington D.C., mientras el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu hablaba ante el Congreso.
La decisión presidencial contradice abiertamente el precedente establecido en 1989 por el Tribunal Supremo, que consideró que la quema de la bandera está protegida por la Primera Enmienda de la Constitución como una forma de libertad de expresión.
Aquel fallo fue resultado del caso de Gregory Lee Johnson, un activista que quemó una bandera durante la Convención Nacional Republicana de 1984 en protesta por las políticas de Ronald Reagan.
No obstante, Trump sostiene que el Supremo nunca ha dictaminado que la profanación de la bandera esté protegida si conlleva incitación a la violencia. “Lo que ocurre cuando se quema una bandera es que se incitan disturbios”, afirmó el mandatario. “Hay personas que no saben ni por qué lo hacen, les pagan para ello. Son agitadores radicales financiados por la izquierda”, agregó. Estas declaraciones fueron recogidas en un video difundido por @RapidResponse47.
La Casa Blanca publicó un mensaje en redes sociales reiterando que la bandera es un “símbolo sagrado de libertad y fortaleza” y que su profanación es “un acto ofensivo contra los derechos y libertades de la nación”.
Según la hoja informativa oficial, la orden busca también reforzar el sentimiento patriótico con otras acciones impulsadas por Trump, como la prohibición de izar banderas no estadounidenses en embajadas, la protección de monumentos históricos y la creación de iniciativas como el Great American State Fair o la America 250 Commission.
Un gesto simbólico en tiempos de polarización
Desde que comenzó su carrera política, Trump ha hecho de la defensa de los símbolos nacionales uno de los ejes centrales de su discurso. En 2016 criticó duramente al exjugador de fútbol americano Colin Kaepernick por arrodillarse durante el himno nacional, y durante su primer mandato firmó varias órdenes orientadas a reforzar la imagen de una nación unificada bajo sus emblemas patrióticos.
Esta nueva orden ejecutiva vuelve a reavivar el debate en torno a los límites de la libertad de expresión en Estados Unidos, en un contexto político y social altamente polarizado.
Preguntas frecuentes sobre la orden ejecutiva de Trump contra la quema de banderas
¿Qué establece la nueva orden ejecutiva de Trump sobre la quema de banderas?
La orden ejecutiva firmada por Trump instruye al Departamento de Justicia a investigar y procesar penalmente a quienes quemen o profanen la bandera estadounidense, considerando estos actos como una amenaza al patriotismo y al orden público. La medida busca imponer penas de hasta un año de cárcel a los infractores.
¿Cómo afecta esta orden ejecutiva a los extranjeros en Estados Unidos?
La orden ejecutiva también incluye un componente migratorio, que instruye a los secretarios de Estado y de Seguridad Nacional, junto con la fiscal general, a negar, prohibir, cancelar o revocar visas, permisos de residencia, procesos de naturalización y otros beneficios migratorios a los extranjeros que profanen la bandera estadounidense. Esta medida busca aplicar estrictamente las leyes existentes contra aquellos que cometan estos actos.
¿Está protegida la quema de la bandera por la Primera Enmienda?
El Tribunal Supremo de Estados Unidos, en un fallo de 1989, estableció que la quema de la bandera está protegida por la Primera Enmienda como una forma de libertad de expresión. Sin embargo, Trump argumenta que el Supremo nunca ha dictaminado que la profanación de la bandera esté protegida si conlleva incitación a la violencia, y busca vincular estos actos con disturbios y agitación social.
¿Por qué Trump considera importante esta orden ejecutiva?
Trump considera que la quema de la bandera es un acto de desprecio y hostilidad hacia Estados Unidos, y busca restaurar el respeto, el orgullo y la santidad de este símbolo nacional. La administración Trump justifica la acción como una respuesta a recientes protestas en las que manifestantes quemaron banderas estadounidenses, lo que según él, amenaza los valores y derechos del país.
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