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Un micrófono abierto captó en Pekín a Vladimir Putin y Xi Jinping hablando sobre cómo la biotecnología podría prolongar la vida humana hasta los 150 años.
Durante los actos por el 80º aniversario del final de la II Guerra Mundial en China, los presidentes de Rusia y del gigante asiático dejaron escapar un diálogo poco común en la política internacional.
“Hoy eres un niño a los 70 años”, comentó Xi a Putin. El mandatario ruso, entusiasmado, respondió que los avances en trasplantes de órganos permitirán a la humanidad alcanzar “cada vez más longevidad e incluso la inmortalidad”. Xi remató con otra predicción: “Este siglo se podrá vivir hasta los 150 años”, según reportó el diario El País.
Putin, en el poder desde hace 25 años y con la Constitución reformada para gobernar hasta 2036, se defendió de las preguntas posteriores citando al fallecido Silvio Berlusconi: “Habló activamente de este tema en su época”.
Para el líder ruso, los “medios modernos de curación y cirugías de reemplazo” justifican la esperanza de prolongar la vida activa más allá de lo que hoy parece posible.
La ironía no escapa al contexto político: mientras Rusia libra una guerra en Ucrania con al menos 200,000 bajas rusas -según investigaciones independientes-, su presidente proyecta una vida sin fin, rodeado de un círculo de colaboradores septuagenarios a quienes extiende mandatos más allá del límite legal.
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Ecos en Cuba: la promesa de Fidel Castro de “vivir 140 años”
La idea de líderes políticos soñando con la longevidad no es nueva. En 2011, el exjefe del equipo médico de Fidel Castro, Eugenio Selman-Housein, aseguró que el dictador cubano viviría “140 años”.
Según Selman-Housein, Cuba tenía una proporción de centenarios superior a la de Japón, y defendía una “longevidad activa” basada en seis pilares: motivación, dieta saludable, actividad física, salud, vida cultural y entorno ambiental.
Castro, que dejó el poder en 2006 tras graves problemas de salud, fue presentado entonces como un ejemplo de resistencia vital. Aunque sus cirugías fallidas lo dejaron al borde de la muerte, reapareció meses después en público, reforzando la narrativa de que podía desafiar los límites biológicos.
La conversación entre Putin y Xi revive ese imaginario de líderes aferrados al poder y obsesionados con la vida eterna, en un mundo donde la biotecnología avanza, pero las guerras y las crisis sociales siguen marcando los límites de la mortalidad.
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