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Cuando se hable del atletismo cubano, grandísimas figuras ocupan altos sitiales, pero también periodistas, fotógrafos, narradores, camarógrafos han formado parte de esa gran familia, y entre esa familia, hay personas imprescindibles por su arduo trabajo en registrar las estadísticas, que tan decisivas pueden ser para hacer cualquier análisis.
Figuras como el gran Basilio, actualmente Alfredito Sánchez y también nuestro entrevistado de hoy, Eddy Luis Nápoles, quien le sabe un mundo a las estadísticas y siempre está dispuesto a ayudar al que necesita tan importante renglón del campo y pista.
¿Dónde está Eddy Luis, qué hace actualmente, por qué se fue del Estadio Panamericano, donde tanto lo necesitaban todos?
Actualmente radico en Ciego de Ávila, trabajo como investigador y estadístico, fundamentalmente con los deportes de tiempos y marcas; por supuesto, el atletismo no puede faltar en esta labor.
Vivo con mi esposa Iliana Villavicencio, con la que llevo 10 años. Es muy especial, es mi compañera para todo.
A inicios de 2016, trabajando en la Comisión Nacional de Atletismo, salí a Perú y al regreso al año siguiente, había una nueva directiva en el atletismo que no necesitaba de mis servicios y como principio, no voy a donde no me invitan.
En ese momento recibí una invitación del Dr. René Romero, en aquel entonces director del Centro de Investigaciones del Deporte Cubano, para laborar allí, pero las limitaciones de alojamiento y otras, hicieron que declinara esa oferta, la cual agradezco mucho a Romero.
Antes de adentrarnos en tus inicios vinculados al deporte, ¿qué opinas de la situación actual del atletismo cubano…? Suspensión de eventos en provincias e internacionales, trenes rotos o que no llevan atletas, cero condiciones en estadios provinciales, condiciones adversas en el estadio nacional a pesar de los esfuerzos, pésima alimentación, deterioro de los dormitorios…
¿Qué quieres que te diga, Julita? El atletismo cubano actual, no es un secreto para nadie, no goza de buena salud. Es parte del deporte cubano que ha visto pasar sus mejores momentos y es un reflejo fiel de la realidad que vive la sociedad cubana actual, con grandes limitaciones, tanto materiales, como de conocimiento y visión por parte de los entes directivos. Eso sumado a la falta de recursos, hacen la situación más caótica.
En Cuba existen en la actualidad dos instalaciones de atletismo que pudieran, con limitaciones, albergar competencias de atletismo, el Estadio Panamericano en La Habana y la pista “Rafael Fortún” en Camagüey.
Pero no sólo basta con las instalaciones. Hay que mover a muchas personas, ya sea hacia la capital o a Camagüey, y es ahí donde se cierra el paraguas. Recuerda que el atletismo va por 47 pruebas, a eso hay que sumarle los jueces, entrenadores, directivos... Hay que ser realistas: en las condiciones actuales del país, es imposible celebrar con todos los ingredientes una competencia de atletismo y esa visión objetiva les falta a los encargados de elaborar el calendario de competencias nacionales.
Este año se suspendieron, el “Fortún” (velocidad), “Janet” (lanzamiento) y “Brunet” (fondo). Hubo que eliminar ahora la categoría 13-14 de los Juegos Escolares.
Entonces, hay que ser previsivos a la hora de realizar las convocatorias y los calendarios, por ejemplo: la categoría 13-14 años debe terminar a nivel zonal y los Juegos Escolares, que debe ser la principal competencia, tener también una eliminatoria zonal y sólo los ocho mejores por pruebas. Quisiéramos que participaran todos, pero es imposible, por lo tanto, hay que simplificar.
Quiero expresar que el atletismo cubano tiene que montarse en el carro de la modernidad. Desde hace varios años el atletismo en el planeta se ha convertido en un negocio y Cuba ha quedado a la zaga, y seguirá quedando si los directivos no cambian la mentalidad.
Hay que realizar marketing, vender la imagen de los principales atletas. ¿Crees que la española Ana Peleteiro sea mejor que Leyanis Pérez? ¡No!, la cubana es mejor de aquí a Japón, pero la Peleteiro es muchísimo mejor vendiendo su imagen y con millones de seguidores en las redes sociales y eso cuenta a la hora de un contrato, una competencia, un patrocinio.
Por otro lado, la Comisión Técnica del atletismo cubano tiene que dominar las herramientas de trabajo que viene ofreciendo World Athletics; conocer los sistemas de clasificación a los principales eventos, dominar el modo de competencias, niveles de estas y puntuación que otorgan.
No es lo mismo saltar 6.85 en una competencia de nivel F, que hacerlo en el Campeonato Nacional (C); tienen que saber utilizar el Road to... para poder economizar y utilizar mejor el poco presupuesto de que se dispone y, además, ser lo más objetivo y justo en la toma de decisiones, en cuanto a quién va a esta u otra competencia. Eso está ahí en la web de World Athletics (antes IAAF): solo hay que saberlo aprovechar.
A propósito de esta situación que has descrito y que provoca la estampida de los talentos cubanos, ¿qué significa para ti ver partir a muchachos que han crecido junto a ti y luego se coronan bajo otros pabellones?
Es como dice el dicho: “Trabajar para el inglés”, pero siento el orgullo de que, para mí, siguen siendo cubanos y como tales celebro sus resultados y conquistas. Te cuento que me comunico con la mayoría de los atletas cubanos que hoy están fuera de Cuba, ya sea bajo otras banderas o como les llaman, independientes.
Ahí están Reynier Mena, Roger Iribarne, Jenns Fernández, Arnaldo Romero, Yulenmi Aguilar, Jordan Díaz, Andy Díaz, Lester Lescay. Verlos partir es una derrota para el país y para nuestro deporte, pero tampoco los pueden atar a convicciones sin argumentos, y si en Cuba no tienen el mínimo de condiciones para su completa realización, no les queda otro camino que partir hacia otros horizontes.
Así, las realizaciones van llegando: Pichardo es campeón olímpico (Tokio) y titular mundial, Jordan Díaz es campeón olímpico (París), Andy Díaz es campeón mundial, Mena corrió 19.63 y ha ganado Liga del Diamante; esos entre otros. ¡Estoy orgulloso de todos y como tal los aplaudo!
¿Qué significó ver a tres triplistas de la escuela cubana ganando medallas para otros tres países en París 2024?
Sentí tremendo orgullo. Es el mayor logro, aunque sea bajo otras banderas, de atletas nacidos en Cuba. Nunca antes, en ningún evento mundial, tres atletas nacidos en Cuba habían copado el podio olímpico. Es un triunfo de la Escuela Cubana de Triple. A propósito, tengo buenas relaciones con Jordan Díaz y Andy Díaz.
Creaste el increíble grupo ATLETISMO SIN FRONTERAS, foro de especialistas y amantes del deporte rey. ¿Ha cubierto tus expectativas?
El grupo ha sobrepasado mis expectativas. Se inició como un grupo pequeño a nivel nacional, pero un día se me ocurrió hacerlo extensivo al resto del mundo y actualmente tiene 150 integrantes cubanos, mexicanos, peruanos, españoles, guatemaltecos, estadounidenses, brasileños, colombianos, venezolanos, argentinos, uruguayos, italianos, franceses, etc.
Forman parte del grupo entrenadores, atletas, directivos, estadísticos, árbitros, periodistas, creadores de contenido en redes sociales, conocedores y amantes del atletismo cubano e internacional.
Es un grupo para compartir, divulgar información relacionada con el atletismo a cualquier nivel, libre de costo. También se debate sobre temas del atletismo cubano e internacional, se realizan propuestas de mejoras para el atletismo en la isla, pero también hay lugar para las críticas a lo mal hecho.
El grupo “Atletismo sin Fronteras” ha sido tildado por algunos directivos como un grupo “terrorista”, pero está muy lejos de esa denominación. Es lo más parecido a un Consejo Asesor, claro, no tenido en cuenta por aquellos que no escuchan ni saben escuchar.
De los atletas cubanos es muy difícil seleccionar una estrella, pero pudieras decirme los cinco más grandes de todas las épocas.
¡Me la pusiste dura! Ahí voy, pero con seis: Alberto Juantorena, Javier Sotomayor, Iván Pedroso, Dayron Robles, Leonel Suárez y Anier García, entre los muchachos; Osleidys Menéndez, Maria Caridad Colón, Ana Fidelia Quirot, Yipsi Moreno, Maritza Martén y Yumileidi Cumbá por las chicas.
Y a nivel internacional, ¿a quiénes elegirías?
Usain Bolt, Carl Lewis, Sergey Bubka, Edwin Moses, Daley Thompson y Armand Duplantis; así como Shelly-Ann Fraser-Pryce, Marita Koch, Sydney McLaughlin, Yelena Isinbayeva y Jackie Joyner-Kersee.
Estuviste en dos períodos en el estadio. Anécdotas de esas épocas, ¿tenías algún amigo estrella en particular?
Así es, tuve la oportunidad de trabajar con grandes profesionales del atletismo cubano, entre 2001 y 2007, como Jesús Molina, Abelardo Cuco Pacheco, Ariel Muñiz, Santiago Antúnez, Vicente Zúñiga y el carismático Eduardo Pérez Caballero, conocido por Guayacol.
Luego, lo hice entre finales de 2012 y 2016, también con personas que llevaban el atletismo en la sangre, algunos conocidos de mi anterior presencia, Molina, José Bordón, Sergio Martínez, Edilberto Acuña, Rafael McBeath y Jorge Luis Sánchez.
En ambos momentos, fui miembro de la comisión técnica; mi labor fundamental estaba encaminada a llevar estadísticamente los resultados competitivos de los atletas cubanos, en Cuba y en el extranjero.
En esos momentos estaban también Basilio Fuentes, Roberto Ávila y más tarde mi amigo Alfredo Sánchez. También llevaba parte de la documentación interna de la Comisión Nacional, que incluía convocatorias nacionales e internacionales, proyectos y estrategias de trabajo, era el encargado del archivo y control de las carpetas metodológicas de cada departamento de la CNA.
Y además de tus colegas, ¿con qué atletas te relacionaste?
Tuve la oportunidad de estrechar amistad con los principales atletas cubanos de esos momentos: Javier Sotomayor, Iván Pedroso, Yoelbi Quesada, Osleidys Menéndez, Yumileidi Cumbá, Emeterio González y muchos más… Todavía de esa primera oportunidad tengo grandes amigos, como Dionisio Quintana, Ricardo Ponce, Gabino Arzola, Roberto Apaceiro, Mario Antonio Guerra...
No puedo dejar de mencionar a un amigo que, lamentablemente, ya no está entre nosotros, Humberto Calvario, a quien conocía por haber trabajado juntos en Camagüey. Junto a Calvario y Raúl Abreu comencé a dar los primeros pasos en el este de La Habana.
¿Recuerdas algún momento que para ti resulte importante?
Pues sí, fíjate que tuve la oportunidad de ser testigo del inicio como entrenador de alto nivel de Gabino Arzola, y conociendo la estirpe de ese guajiro pinareño y también a modo de jaranas, les decía a algunos de sus primeros alumnos: “Ustedes son parte de los experimentos que está aplicando Gabino en eventos múltiples y los resultados fueron apareciendo con Gretchen Quintana, Leonel Suárez, Yunior Díaz, Yorgelis Rodríguez, Adriana Rodríguez, todos multiplistas de élite mundial”.
Años más tarde le decía: “Guacho, los experimentos dieron resultados”. Gabino Arzola se ha consolidado como un entrenador de élite mundial.
¿Cómo llegas a ser quien eres hoy, con esos vastos conocimientos del atletismo y sus estadísticas? ¿Practicaste campo y pista alguna vez?
No tuve la oportunidad de hacer atletismo en edades escolares, aunque en la secundaria y el preuniversitario destacaba en las pruebas de 600 m. La afición por el deporte -recuerdo que en mi casa se escuchaba mucho deporte- puede haber comenzado en 1974 a mis 10 años, con la celebración del Campeonato Mundial de Boxeo en Cuba. Sí, no atletismo… ¡boxeo! No me perdí una pelea.
Luego vinieron los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 y las carreras de Alberto Juantorena le pusieron la tapa al pomo. Durante la etapa de estudiante universitario participé en competencias, algunas a nivel nacional y allí se fue forjando mi pasión por el atletismo, llegando a ser mi deporte favorito.
El logro de un récord, en dependencia del nivel, puede ser la máxima ejecución humana, y eso lo disfruto a plenitud. He tenido la oportunidad de presenciar por televisión varios de los récords mundiales implantados por atletas cubanos, los dos de Juantorena, el primero en Montreal y el segundo, al año siguiente, en Sofía; también el 13.21 de Alejandro Casañas; todos los de Sotomayor; el 71.70 de Osleidys en Helsinki...
Dejaste el boxeo por el campo y pista, ¿algún otro?
Jajaja. Dejé para el final cómo se produce mi llegada a laborar profesionalmente en el atletismo y si te digo que fue por el Mundial de Fútbol de Italia 1990, no me lo creerás. Te cuento.
Yo me gradué en 1990 y era de la llamada Orden 18, es decir, había pasado el Servicio Militar y al graduarme tenía la opción de renunciar a la ubicación laboral que me daba la Universidad y así lo hice.
Pero junto a mi compañero de estudios José Ángel Zayas habíamos participado en el concurso del periódico Juventud Rebelde dedicado al Mundial de Italia 1990 y un día a finales de agosto, pasa Zayas por mi casa en Florida y me dice: “Vamos a Camagüey a la Dirección Provincial de Deportes a recoger los premios”, y nos fuimos.
Al llegar, vimos a otros compañeros de estudios y les preguntamos qué hacían y la respuesta fue: “Estamos aquí porque nos van a ubicar en el INDER”. Entonces, mostramos nuestro interés por unirnos. Al final, mi amigo Zayas solicitó trabajar como entrenador de fútbol en Esmeralda y yo de atletismo en Florida, y ambos salimos con nuestras boletas de trabajo así que... ¡Viva Italia 90!
Muchos años después de aquel Mundial, hoy Eddy Luis Nápoles es un referente de la cultura del atletismo en Cuba, informático que nunca dice no al recabar su ayuda con un récord, una actuación, una hazaña de los que hacen grande al deporte rey en Cuba y en el mundo.
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