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La Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Maceo, conocida popularmente como Renté, en Santiago de Cuba, volvió a sufrir una avería este sábado, profundizando la crisis energética que golpea al país con apagones interminables.
Según informó la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) en una escueta nota publicada en redes sociales, la unidad 5 de la planta salió de servicio a las 6:50 de la mañana debido a un salidero en el horno.
La empresa estatal no ofreció detalles sobre el alcance del daño ni el tiempo estimado de recuperación, limitándose a señalar que se trabaja para solucionar la incidencia.
La salida de Renté 5 se produce en un momento particularmente crítico para el Sistema Electroenergético Nacional (SEN), que acumula fallas en casi todas sus plantas térmicas.
Apenas horas antes, la unidad 3 de la misma central también había quedado fuera de servicio, menos de 11 horas después de su sincronización. Con esta nueva caída, Renté vuelve a quedar con capacidad reducida, evidenciando la fragilidad del sistema.
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Déficit creciente y apagones prolongados
El parte oficial de la UNE reconoció este viernes un déficit de más de 1,700 megawatts en horario pico, cifra que representa casi la mitad de la demanda nacional. Esto implica apagones generalizados que superan las 20 horas diarias en varias provincias, entre ellas Santiago de Cuba, donde la población enfrenta cortes de electricidad prácticamente permanentes.
Las causas de la crisis son múltiples: obsolescencia de las plantas, mantenimientos incompletos, piezas de repuesto inexistentes y falta de combustible. La propia UNE admitió recientemente que 53 centrales de generación distribuida permanecen paralizadas por falta de diésel, mientras que otras decenas lo están por escasez de lubricantes.
Promesas oficiales sin resultados
Pese a los anuncios del régimen sobre reparaciones y nuevas inversiones en energía solar, lo cierto es que la situación se agrava.
El gobernante Miguel Díaz-Canel recorrió días atrás las termoeléctricas de Mariel y Santa Cruz del Norte, asegurando que con el “esfuerzo de todos” se recuperaría el SEN. Sin embargo, los datos oficiales demuestran que las medidas no han logrado frenar la caída constante de unidades.
Por su parte, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, prometió que en octubre entrarían nuevos bloques al sistema, pero reconoció la falta de financiamiento y el retiro de seis de las ocho patanas flotantes por impagos.
Malestar ciudadano en aumento
La reacción popular no se hizo esperar y, entre los cientos de mensajes de rechazo, uno de los que más resonó fue el irónico “¡Somos Continuidad!”, consigna oficial del gobierno de Díaz-Canel que los cubanos han resignificado como denuncia.
Con ella, los usuarios aluden a la continuidad de un proyecto político que, lejos de aportar soluciones, perpetúa la pobreza, los apagones y la pérdida de derechos básicos.
La frase, usada con rabia y sarcasmo en redes sociales, se ha convertido en símbolo del hartazgo colectivo frente a un sistema que solo ofrece promesas incumplidas y más sacrificios para una población cada vez más desesperada.
Mientras las autoridades repiten sus promesas, la población cubana continúa atrapada en apagones interminables que paralizan la vida cotidiana. En redes sociales, la incredulidad y el cansancio se resumen en frases como: “Mejor que no la pongan más, porque cada vez que arranca, después nos apagan a todos”.
La salida de Renté 5 confirma que la crisis energética en Cuba no encuentra alivio, y que los apagones seguirán marcando la cotidianidad de millones de familias sin que se vislumbre una solución estructural en el corto plazo.
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